El Compos regresa a la categoría de bronce de la mano de José María Caneda tras una odisea administrativa y deportiva de un lustro que llevó al equipo a Preferente Autonómica y Tercera División. Vuelve con un proyecto modesto y con el objetivo de consolidar al club, de intentar lograr la permanencia sin pasar apuros. Jesús Baleato conserva la columna vertebral del colectivo que logró el ascenso el pasado curso. No han llegado refuerzos rutilantes, pero sí algunos nombres que conocen la Segunda B, como Chapi, Jesús Torrres o Gonzalo, y apuestas de futuro como la del delantero Kelvin, que la hace unos meses defendía los colores del Caselas. A priori, la escasez de arietes y la falta de jugadores específicos para la banda derecha se perfilan como los principales hándicaps para un equipo que quiere reverdecer laureles.