En el día en que se cumplió el octavo aniversario del ataque a las Torres Gemelas (las World Trade Center) de Nueva York, Caixanova ofrecía en Pontevedra la obra teatral de Mark Rowell titulada Desnudos en Central Park, con la que se inauguraba la temporada 2009-2010.
Al no conocer la obra, en principio hemos creído que se trataba de una pieza en la que el final podía tener relación con los hechos del ataque terrorista del 11-S, dado que, por la mañana, al observar el decorado del telón de fondo con el Central Park neoyorquino, hacia el lateral izquierdo hemos visto (o así nos pareció) una de las dos Torres Gemelas (la de la antena), de ahí nuestra conclusión de relacionar la obra con los hechos del atentado. Pero no ha sido así, pese a que de la comedia al drama, para un escritor, es un simple pestañear. Lo único que se ventilaba en la obra era una sencilla comedia, interpretada por unos conocidos y populares actores de nuestro teatro, cine y televisión.
Personajes próximos
Mark Rowell nos describe el sencillo mundo de unos personajes muy próximos al más humilde de los mortales, donde se entremezclan el humor, ciertos valores, el ansia un tanto tardía por el triunfo, el amor inquebrantable y complaciente de una esposa hacia su marido, el desprenderse de una madre ya mayor y un tanto egoísta por el amor de su único hijo, el hacerse notar dentro de la profesión y, como no, aprovecharse de los medios de comunicación para llamar su atención a fin de aspirar a un triunfo soñado, aunque sea a base de un escándalo, montando una especie de circo en el corazón del Central Park de la ciudad de los rascacielos. En definitiva: ser alguien, salir del anonimato, apelando para ello a la idea de mostrarse en cueros públicamente. Unos personajes y circunstancias perfectamente manejados bajo la experta dirección del donostiarra Jaime Azpilicueta.
Gerry, es un escritor mediocre y maduro que vive en casa de su madre. Casado con la dulce Lola, tienen dos hijos ya mayores e independientes. Harto del egoísmo de su madre, decide ir a vivir junto con su esposa al Central Park en una tienda de campaña y allí escribir la gran obra que le saque del anonimato. Así, una de las frases pronunciadas al principio decía que, casi tras treinta y tantos años presentándose a todos los concursos para escritores noveles, «Voy a ser el autor joven más viejo del mundo». Al principio consiguen llamar la atención del público, luego al decaer dicha curiosidad se les ocurre la idea de mostrarse desnudos. Desnudos en Central Park: la comedia de la vida.
Obra incompleta
Un humor fácil, cargado de frases hechas, previsible, sin romper moldes, sencillo, hicieron que a la obra le faltase una chispa de originalidad, pese al contenido de las notas del programa de mano. Lo que no es de recibo y ello nos ha parecido mal es que la obra se presentó incompleta. Faltaba un actor y un personaje. Su nombre figuraba en el programa, amén de sus fotografías. Nada menos que Francisco Piquer, en el rol del padre de Lola (eso tenemos entendido), con sus correspondientes diálogos. Tanto es así que hace un año, cuando se estrenó la obra, sí figuraba.
Por otro lado, excelente la interpretación de los cinco restantes actores: Manuel Galiana, como Gerry (el escritor) y Emma Ozores, como Lola (esposa de Gerry), en los papeles estelares; dos actores con personalidad y gracia natural que mantuvieron viva la acción y atención del público. La veterana María José Alfonso, en el rol de madre de Gerry: Espléndida. La recordamos con mucho cariño por sus papeles en televisión, principalmente en las zarzuelas de TVE: Maruxa y Gigantes y Cabezudos. En un término más secundario y con menor relevancia artística: Maribel Salas y Walter Gamberini, como periodista y vigilante del parque, respectivamente. Una comedia sin complicaciones, amable y resultona.