La calle se libra de sustos

PONTEVEDRA

Chámalle X echa el cierre con un balance positivo en la primera edición en la que las «performances» salen de Bellas Artes

13 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tratándose de una acción artística y con el título Homenaxe á reproducción a cualquiera se le podría pasar por la mente cualquier escena erótica. Pero no. La performance que ayer realizaron los estudiantes Christian García Bello y Lucía García Rey en la praza da Peregrina era más bien un homenaje a las reproducciones fotográficas de obras en las que están basados los estudios de su carrera. «En realidad creo que es una carencia al estudiar -explica Christian-. Nos pasamos la carrera viendo reproducciones. Tampoco es una crítica, porque no podemos ir visitando todos los museos para ver esas obras. Es la cultura de Internet».

Subida a una silla, también a modo de obra de arte sobre una peana, Lucía le fue mostrando a Christian un libro con fotografías de las obras de Goya, y por cada página que pasaba, él iba dando un aplauso. «Queríamos dar un carácter lúdico a la performance -añadieron- a través del aplauso, porque aquí cuando terminas una performance te aplauden, pero nadie aplaude a un artista cuando termina un cuadro y se lo merece».

El de ayer fue el último día del festival de performances Chámalle X, un evento que en esta sexta edición ha tenido una mayor visibilidad, según considera su coordinador, Carlos Tejo. «La verdad es que estamos contentísimos. Llevar las acciones a la calle ha sido un acierto, porque ha habido mayor participación, y los artistas que han venido están encantados», señaló el profesor de la facultad pontevedresa.

El arte también es crítica, y ayer la crítica se cebó con la clase política. La irónica performance Partido Español Inservible situó en una mesa en la plaza a los creadores Álvaro Terrones y Santiago López, que a lo largo de 40 minutos hicieron una sutil reflexión sobre la situación política del país con acciones inconexas, como comer un plato de uvas o mantener diez copas de vino en una bandeja al tiempo que corrían. «Los políticos ofrecen todo, nosotros nada» fue su lema.