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Camelias de museo

María Conde maria.conde@lavoz.es

PONTEVEDRA

28 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A su coqueto jardín interior inglés, el Museo suma este fin de semana un auténtico vergel de camelias. Camelias japónicas, reticulatas, híbridos y muchas otras variedades que, aunque son obras de arte en sí mismas, también se unen para formar creaciones que son un deleite para la vista. No hay más que fijarse en el laboratorio de camelias expuesto en la sala del sexto edificio, en los peregrinos dispuestos a seguir la ruta xacobea más florida o en el pequeño árbol de cuyas ramas penden ejemplares de las flores más emblemáticas de las Rías Baixas. Son solo algunas de las propuestas que optaban ayer a los premios a la mejor presentación artística en el 46 Concurso Exposición de la Camelia que organiza la Diputación Provincial y que finalmente se llevó Lelita Gradín. Pero sin duda, el trofeo más prestigioso de este certamen es la camelia de oro, que recayó este año en José Torres Rego. El premio especial Antonio Odriozola fue para Carmen Corral, que presentó una japónica variedad Eugenia de Montijo, mientras que el especial concedido por la Sociedad Española de la Camelia fue para Carmen González. Otros ganadores fueron Fernando Vila (reticulata y japónica jaspeada), Carmen Costas (híbridos), la familia De la Rubia Almuíña (japónica blanca), María Otero (japónica rosada o de otros colores), Mari Cruz Coello (japónica roja), y Eusebio López (otras especies de camelia).

El presidente de la Diputación, Rafael Louzán, se hizo eco de las dificultades que estos días han tenido los expositores para poder mostrar sus camelias con los últimos temporales. Destacó su esfuerzo por «ofrecer o mellor» de una flor «que constitúe hoxe un signo de identidade das Rías Baixas» y anunció que la Diputación regalará en los próximos días una camelia a cada uno de los 62 ayuntamientos de la provincia. Por cierto que Louzán fue el primero en utilizar el matasellos especial de la camelia que con motivo del concurso Correos utilizó este fin de semana. Antes de pasearse por la exposición, el presidente examinó el nuevo acceso del Museo por la calle Sierra, cuyas obras acaban de finalizar. Postales y joyas. La muestra de la camelia cuenta además con otras dos exposiciones. Una exhibición de postales antiguas de flores y, por otro, las joyas de la firma Tsubaki & Co., que llevan los creadores Beatriz y Miguel Piñeiro. Tsubaki significa camelia en japonés y es esta milenaria flor y la cultura que la rodea la base de todos los diseños. La pasión de Beatriz y Miguel por las camelias nace en los jardines del Pazo Quinteiro da Cruz, donde como dicen, «las camelias viven, hablan y cuentan historias mágicas rodeadas de luz y color». Las piezas están realizadas a mano, con materiales como plata de ley, oro, esmaltes finos, piedras semipreciosas, cuero y tejidos naturales «que emulan la biodiversidad, la sostenibilidad y la interculturalidad de la propia naturaleza». A estas exhibiciones hay que unir, por supuesto, la muestra Visións da Camelia, que reúne las propuestas que once artistas tienen sobre esta flor.

La cita con la camelia no acaba aquí, ni mucho menos, ya que el próximo fin de semana el Monasterio de San Benito de Lérez acogerá el duodécimo Memorial Antonio Odriozola.