El nuevo polígono de Valdecorvos, una de las mayores operaciones urbanísticas efectuadas en Pontevedra en los últimos años, sufre la crisis del ladrillo desde hace dos años. Xestur Pontevedra, la empresa pública que promovió este nuevo espacio en los terrenos existentes entre A Seca, Loureiro Crespo y la avenida de Lugo, no logra enajenar cuatro parcelas desde el 2008.
Ese año Xestur abrió un concurso y logró adjudicar seis parcelas, dos de ellas a cooperativas, tres a particulares y una al Instituto Galego da Vivenda e o Solo para construir viviendas de promoción pública. Desde ese año, sin embargo, la venta está «paralizada», según admitió ayer Javier Domínguez, gerente de la sociedad participada por Xunta y Diputación que urbanizó los terrenos.
«Estas cuatro parcelas salieron a concurso y no apareció nada», indicó el responsable de Xestur, quien dijo que la sociedad promotora de la urbanización está «a disposición» de cualquier entidad interesada en estas parcelas para enviarle «la documentación». De las cuatro parcelas que están sin vender, tres corresponden a los tres terrenos para levantar un total de 44 chalés adosados, una de las señas de identidad del nuevo polígono. La otra es un solar para un edificio de 76 viviendas. Hay también una parcela para 54 viviendas reservada al Concello.
La superficie edificable máxima sin enajenar se acerca a los 6.000 metros en el caso de los adosados y a unos 9.000 (más 700 comerciales) en los pisos.