Núñez Feijoo no pudo ocultar su sorpresa ?al ser presentado en un lapsus como presidente de la Xunta de Andalucía
17 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Finalmente, y pese a un gris amanecer, la lluvia no hizo acto de presencia y la meteorología no deslució ayer el acto de entrega de Reales Despachos y jura de bandera en la Escuela Naval Militar de Marín. Los Príncipes de Asturias presidieron, de este modo, la entrega de sus destinos -mayoritariamente Ferrol y Rota- a los 66 nuevos oficiales de la Armada, entre los que hay ocho mujeres.
Asimismo, otros 63 alumnos efectuaron el juramento a la bandera una vez finalizado su primer año de estudios.
La jornada de ayer estuvo marcada, por encima de todo, por el hecho de que fue la primera vez que se estos eventos se celebraron sin acompañarse de una misa. La eucaristía, según indicaron fuentes de la Escuela Naval, se llevó a cabo por la mañana y a la misma asistieron voluntariamente alumnos de la Escuela Naval, personal del centro, familiares y algunas autoridades.
Hubo voces que criticaron esta ausencia, al tiempo que destacaron que sí tomaron parte en los oficios la diputada popular Ana Pastor, los conselleiros Marta Fernández Currás, Jesús Vázquez y Rosa Quintana, y la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, entre otros.
Esta circunstancia provocó que en la explanada de la Escuela Naval no sonase la Salve Marinera, que sí se cantó a la finalización de la eucaristía.
A pesar de estas circunstancias la religión no estuvo al margen de los actos de ayer, ya que se recitó una breve oración por parte del pater del Juan Sebastián de Elcano durante el homenaje a los caídos y cuando el arzobispo castrense tomó la palabra para la oración de acción de gracias.
Las anécdotas
Junto a esta circunstancia, uno de las anécdotas de la jornada fue cuando Alberto Núñez Feijoo se disponía a entregar el premio al alférez de navío Juan Barón Martín, alumno que obtuvo las más altas calificaciones. Fue entonces cuando por megafonía fue presentado como el presidente de la Xunta de... Andalucía. El error se subsanó de inmediato.
Lo cierto es que los alumnos corrieron mejor suerte este año que muchos del 2009. Por aquel entonces, la lluvia hizo que destiñesen los correajes de cuero y algunos uniformes resultaron irreparables.