«Nada hai que achegue máis ás personas que a cultura», subrayó ayer el presidente de la Diputación, Rafael Louzán. Y reconocer la labor que aquellos que «crean, organizan ou transmiten cultura e creatividade» es el objetivo con el que el organismo provincial constituyó los premios a la Cultura. El acto de entrega de estos galardones, según dijo también Louzán, no solo es entrañable para los galardonados y sus familias y para quienes los otorgan, «senón que é, sobre todo, un acto de xustiza». El Pazo Provincial acogió ayer la entrega de la nueva edición de estos galardones, que recayeron en las fundaciones Igual Arte y Camino de Santiago, en el ayuntamiento de Mondariz Balneario y en Saturno Luis Valdés González a título póstumo. En el salón de actos arroparon también la entrega los conselleiros de Presidencia, Alfonso Rueda Valenzuela, y de Medio Ambiente e Infraestructuras, Agustín Hernández, así como el de Educación, Xesús Vázquez. Al acto acudieron asimismo la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo Noguera, el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro y, por parte del Concello, la edila Anxos Riveiro.
De la Fundación Camino de Santiago, que preside Celestino Lores Rosal y que se llevó el premio a la trayectoria cultural, el presidente de la Diputación destacó su colaboración en la revitalización, recuperación y sostenimiento del Camino Portugués a Santiago, plasmada también en la construcción del albergue de peregrinos de O Gorgullón. «O traballo incesante e altruista do seu presidente, Celestino Lores, fixo que o Camiño Portugués sexa un importante referente dos Camiños a Santiago, como se puido comprobar este Ano Xacobeo, e que posibilitou un altísimo incremento de turistas e peregrinos a través desta ruta en Pontevedra e Galicia». Por otro lado, el premio al proyecto cultural más innovador o vanguardista se lo llevó este año la Fundación Igual Arte, por su labor con personas con necesidades educativas especiales. «A través da música e a expresión corporal -añadió el presidente- esta entidade consegue espertar a curiosidade e o intelecto de centos de persoas con dificultades para o aprendizaxe». El galardón a la protección del patrimonio fue a parar al Concello de Mondariz Balneario, especialmente por apostar por el termalismo, «recuperando todo o vello esplendor da vila». Louzán destacó en este sentido el trabajo del alcalde José Antonio Lorenzo. «Se Mondariz-Balneario é unha das postais inexcusables de Galicia e da súa calidade turística, de ocio e de vida, José Antonio Lorenzo é tamén, sin dúbida, a postal e o abandeirado número un de todo o que significa Mondariz». Y del fallecido Saturno Valdés subrayó su papel como «gran valedor da cultura, sobre todo no eido musical, no seu Concello de Lalín e en toda a comarca de Deza». Son «catro nomes que, cada un no seu campo, marcaron un xeito de ser e de estar no mundo», concluyó Louzán.
Otro acto de justicia, nunca mejor dicho, fue ayer la comida homenaje que le brindaron en el Pazo de A Caeira a José María Blanco Saralegui sus compañeros de profesión. El magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 cambia de aires, pero no de jurisdicción, ya que su nuevo destino se encuentra en el Mercantil número 3 de Vigo. Entre otros asistentes a la comida, figuró el decano del Colegio de Abogados de Pontevedra, Eloy Artime Cot.
Con otra comida de confraternidad el colegio Álvarez Limeses cerró los actos programados para celebrar sus bodas de oro, que arrancaron a principios de semana. Unas sesenta personas, la mayoría docentes y ex docentes, además de representantes de las Anpa y algún ex alumno se reunieron en ayer en el restaurante del Pazo da Cultura. Entre los asistentes figuraban varios ex directores, desde el primero que tuvo el centro, José María López de Guereñu, hasta el actual, Vicente Fernández Moure, pasando por Antonio Mendoza y Ana Martín Otero. El colegio Alvarez Limeses fue inaugurado oficialmente el 10 de enero de 1960 en el solar que ocupaba el antiguo campo de fútbol del Eiriña, ebn la actual calle Joaquín Costa, siendo entonces alcalde de la ciudad el profesor José Filgueira Valverde.