El equipo celeste se llevó histórico Trofeo Luis Otero en una noche fría a orillas del río Lérez
02 dic 2010 . Actualizado a las 03:38 h.De poco le valió al Pontevedra llevar la iniciativa en el juego en los primeros diez minutos. Dos buenas llegadas de Iban Espadas y el joven Carlos Campos obligaron a los celestes a ajustar la defensa. Una vez conseguido, Papadopoulos no tardó en inaugurar el marcador en una contra.
Aun así, la iniciativa siguió en los pies de los granates aunque el cuarteto defensivo del Celta apretó más. Con Murillo, Sergio Ortega, Catalá y Toni cerraron espacios y el duelo tuvo una buena dinámica e intensidad con un Pontevedra que tampoco bajó la guardia.
En una de las mejores jugadas de ataque del Pontevedra salió de las botas de Iban Espadas. El delantero granate, que encontró a Campos como escudero, se alió también para atacar por el centro y volvieron a poner en apuros al meta Yoel, que tuvo que trabajar a destajo.
Castro Santos se desesperaba desde el banquillo por las muchas ocasiones desperdiciadas. por sus jugadores.
Pero las diferencias entre uno y otro equipo suelen decantarse por la calidad de resolución. Si a los 15 minutos de juego Papadopoulos lograba el primer tanto, a tres minutos del descanso apareció De Lucas para poner las cosas en su sitio con el segundo.
En cualquier caso, los aficionados granates disfrutaron ayer más de la primera parte contra el Celta que con el filial del Atlético de Madrid.
Los muchos cambios en la segunda parte rompieron un poco partido. La gran novedad fue la incorporación del ex celeste Pepe Aicart. El madrileño celebró su vuelta a la competición después de una temporada lesionado.
La guinda al pastel se la puso Omar Sampedro en una jugada que elaboró Campos, uno de los jugadores más participativos del equipo granate en un encuentro con un alto nivel de juego entre ambos equipos.