Doctor en Psicología Clínica, Jay Miller regentaba una vinoteca en Baltimore de la que era cliente asiduo Robert Parker cuando nadie podía imaginar que se convertiría en el gran referente del sector a nivel mundial. Después de que Parker decidiese a dedicarse profesionalmente al mundo del vino -hasta 1985 había compaginado el ejercicio de la abogacía con sus pinitos como crítico en las primeras versiones de The Wine Advocate- mantuvo su relación con Miller a través de un grupo de cata que se reunía con regularidad. En el 2006 se produjo una importante remodelación en el equipo de colaboradores de la publicación de Parker, que supuso la entrada de Jay Miller como sustituto de Pierre-Antoine Rovani, hasta entonces responsable de la cata de los vinos españoles. En The Wine Advocate, Miller también tiene a su cargo actualmente la puntuación de los vinos de Oporto, Chile, Argentina, Washington y Oregón. Su primera visita a España se produjo tras la participación de Parker en Winefuture-Rioja.