El abuelo fundó la tienda que dio origen al restaurante y hospedaje
23 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Fue en al año 1947 cuando Jesús Acuña, fallecido en 1969, fundó la tienda-restaurante Acuña en Ons, cuando allí solo vivían los isleños. Junto a su mujer, Rosa Comesaña, que sigue al pie del cañón a los 90 años, iban a tierra -así dicen cuando salen de la isla hacia Bueu- a comprar mercancía para luego venderla a los vecinos. Desde ropa hasta alimentos, pasando por herramientas y todo tipo de productos. Jesús Acuña era además, «el cabezalero, que es como el alcalde pedáneo», recuerda su nieta, María Jesús Otero Acuña, ahora al frente del negocio familiar, que figura a nombre de sus padres.
En el local primigenio, que era tienda y bar, también se ofrecía hospedaje. «Mi abuelo tenía una casita donde cualquier persona que viniera, dormía allí, aunque de aquella, eran contados los que venían».
Pero poco a poco, el interés por el paraje fue incrementándose y con ello, Casa Acuña fue también adaptándose a la demanda y aumentando su espacio. Tras la muerte del patriarca, en el año 1969, fue su hija, Palmira Acuña, que ya trabajaba en el negocio familiar, la que tomó las riendas, junto a su esposo, Manuel Otero. Eran momentos difíciles y les tocó asumir la responsabilidad, y aún siguen al frente. Fueron ellos los que construyeron un local en frente de la tienda en el que pusieron el bar restaurante.
María Jesús Otero Acuña, nació y vivió en la isla hasta los 6 años, fecha en que como la mayoría de los vecinos, abandonaron el lugar. «Nosotros fuimos los últimos en salir -comenta-, porque entre otras cosas, como mi abuelo era el encargado de la isla, tenía en el bar el único teléfono y hasta que se pasó al faro no abandonamos». Pero en verano, regresaban. «A los 8 años ya andaban sirviendo tapas de pulpo, cruzando la calle, porque la cocina estaba en la tienda, y el bar, enfrente».
A la par que seguía subiendo el turismo, los Acuña iban incrementando los servicios. Así, en los 80 se reformó y amplió el establecimiento para atender la creciente demanda y en los últimos años, parte de las casas de la isla se fueron arreglando para dar alojamiento a los turistas que acuden en verano a este enclave del parque nacional Illas Atlánticas. En la actualidad, la casa del abuelo cuenta con veinte habitaciones dobles y también disponen de seis apartamentos.
Semana Santa
Casa Acuña permanece abierta desde Semana Santa hasta el 15 de octubre. «Este año cerramos el pasado domingo, día 16, por el buen tiempo». Ahora, hace ya más de 20 años que el negocio familiar lo lleva María Jesús Otero, pues sus padres, que mantienen la titularidad, delegaron en ella. Aunque la abuela sigue controlando, «tiene el coco perfecto y nos pone a andar a todos. Y si te equivocas en una cuenta, no veas como se pone, ella que no sabe leer ni escribir, pero en las cuentas, nunca se equivoca».
Está casada y tiene tres hijos, el mayor de 6 años, «a los que pondré a trabajar pronto», dice entre risas. Su marido es italiano y se dedica a los negocios de la automoción, con lo que «viene a la isla a disfrutar, no a trabajar». María José se declara isleña a tope. «Aquí nací y la llevo en la sangre, forma parte de mí. Aquí pasé los mejores años de mi vida, con lo que no podría dejarla nunca».
Dice que fue muy bonito ir viendo la evolución de Ons y que aunque este verano, julio y agosto, fueron bastante malos, «siempre hay gente, porque tiene el interés de que es un parque nacional, un sitio tranquilo, con playas no masificadas, paisajes y también con una buena gastronomía».
Rosa Comesaña, Palmira Acuña y María Jesús Otero Acuña.
90, 69 y 41 años.
Llevan el restaurante Casa Acuña en la isla de Ons.