Más de mil alumnos para el binomio Educación y Deporte

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La falta de espacios obliga a la facultad a usar aulas de otros centros

18 mar 2012 . Actualizado a las 06:57 h.

La Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte es la más nueva y la que tiene más alumnos del campus de Pontevedra. De hecho, con sus 1.307 estudiantes es una de las más numerosas de toda la Universidade de Vigo. En este centro diseñado por los arquitectos Jesús Irisarri Castro y Guadalupe Piñera Manso se imparten los grados de Educación Infantil, Educación Primaria y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Su construcción se inició en el 2004 y la última fase finalizó en el 2010. Cuenta también con la única decana o directora mujer del campus, cargo que ocupa Francisca Fariña.

El bullicio de esta facultad contrasta con el silencio que casi se respira en otros centros. «Me voy al exilio», comenta con naturalidad un profesor que abandona el edificio para dar clases en un aula prestada de Forestais. La falta de espacio es una de las carencias que arrastra el inmueble, junto a los problemas térmicos. «Nos ceden bastantes espacios», indica la decana.

«A medio plazo, una vez superada la crisis económica actual, es imprescindible que se ejecute la siguiente fase de construcción de la facultad, con el fin de solventar la acuciante carencia de espacios docentes que padecemos», subraya Francisca Fariña. Al parecer, sí están previstas otras actuaciones más modestas como la mejora del aparcamiento y una sala de musculación.

Los alumnos consultados por La Voz ponen el acento en estos aspectos, aunque también destacan otros positivos. Es el caso de Carlos Guada, quien a sus 30 años, cursa primero de Educación Primaria. «Soy de los mayores», ironiza. Este alumno natural de Vega de Espinareda (León) se decidió a ampliar estudios tras haber cursado Informática en Salamanca. Lo hizo por vocación. «Lo que me llama la atención es la cercanía de los profesores, que insisten mucho en que hay que enseñar a enseñar». Lo más negativo son, sin duda, las instalaciones, y eso que el edificio recibió en el 2008 el premio SICE (Sostenibilidad, Innovación y Calidad en la Edificación) convocado por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. «La facultad deja mucho que desear porque no es operativa. Las aulas son muy pequeñas y solo hay cuatro enchufes», señala Carlos.

Sus impresiones las comparten otros estudiantes. Es el caso de Aiala Ortiz, María Nombela y Manuel Álvarez, tres vigueses que cursan tercero de Educación Física. «Solo tenemos un pabellón para todos los deportes y no hay campos enteros, tampoco disponemos de gimnasio, ni biblioteca ni cafetería, por no hablar del aparcamiento, que es lamentable», apunta María.

«La construcción no se pudo hacer peor, en invierno pasamos frío y en verano esto es un horno. La claridad es tanta que refleja y no ves nada», añade Manuel. «Sobre todo a los que tenemos ojos claros», tercia Aiala. Ellos, que se definen como deportistas, lamentan la falta de facilidades por parte de algunos profesores para aunar trabajo y estudios. María hace patinaje artístico, Aiala gimnasia estética de grupo y Manuel, fútbol. Les gustaría enfocar su futuro laboral hacia la docencia o el alto rendimiento, aunque dicen que se les sigue viendo como profesores de gimnasia: «Seguimos sin estar valorados».

«Solo tenemos un pabellón para todos los deportes y el aparcamiento es lamentable»

María Nombela

«La construcción no se pudo hacer peor, en invierno pasamos frío y en verano esto es un horno»

Manuel Álvarez

«Pese a la formación seguimos sin estar valorados y solo somos profesores de gimnasia»

Aiala Ortiz