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Cuatro cefalopoderos pasan en Marín su paro biológico

marín / la voz

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

08 may 2012 . Actualizado a las 06:56 h.

Pocos cefalopoderos pasarán este año el paro biológico bimestral de Mauritania en el puerto de Marín en esta ocasión. De la docena que habitualmente atracaban en sus muelles, este año solo hay cuatro: Varalonga, Axexador, Curbeiro y Sobareiro. Dos más paran en Las Palmas, otros dos lo hacen en Nuadibú (Mauritania) y el resto, hasta doce, están esperando a que se abra el caladero de Bisáu para aprovechar allí una marea.

La flota de Mauritania afronta un futuro incierto. Están especializados en cefalópodo y no tienen alternativa en otros caladeros más allá de los de África Occidental y el Magreb. El último golpe de Estado en Guinea Bisáu ha creado dificultades para la actividad pesquera de esta flota. Bisáu es un territorio que tradicionalmente sirve como alternativa al país magrebí durante sus paros biológicos. Sin embargo, por ahora los nuevos dirigentes de Bisáu no han decidido su política pesquera y los buques europeos no pueden entrar en sus aguas hasta que se aclare ante quién tienen que tramitar las licencias y quién se responsabiliza de sus firmas. Además, es necesario que los barcos puedan recalar en puerto para poder recoger a la cuota de tripulantes guineanos al amparo del convenio pesquero con la UE. Fuentes de la patronal, Anacef, explicaron que los armadores están a la espera de novedades. Los doce barcos que quieren seguir faenando en Bisáu están ya avituallados y las tripulaciones están listas para poder hacerse a la mar.

Por su parte, la continuidad del convenio pesquero de la UE con Mauritania está también en el aire. Este acuerdo expirará el próximo 31 de julio y hasta ahora, en las sucesivas rondas de negociación bipartitas, no se ha alcanzado ningún resultado positivo. Los barcos regresarán al país magrebí el 1 de julio, al rematar el paro biológico, y si para esa fecha no hay pacto de la Unión con el gobierno mauritano se verían obligados a dejar la campaña por la mitad el 1 de agosto. El problema mayor es que estos buques no tienen alternativa. Sin acuerdo, la mayoría iría al desguace y sus tripulantes al paro.