El expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño recaló ayer en la ciudad para firmar ejemplares de su libro de memorias O futuro é posible, una obra presentada tras las elecciones autonómicas del 21-O que está levantando ampollas en el PSdeG-PSOE. Un repaso -bajo su prisma y en casi quinientas páginas- al período de once años en el que ocupó la secretaría general del partido, con especial dedicación al bipartito que gobernó Galicia del 2005 al 2009. Con esta publicación, el político criado en el barrio de A Eiriña pretende saldar una deuda con sus votantes, pero también ajustar cuentas con el pasado y con algunos compañeros.
La primera persona a quien Touriño saludó, de forma cariñosa, en la librería Cronopios fue a Teresa Casal, la exteniente de alcalde de Pontevedra, ahora alejada de la primera línea política. Pero para arropar al exlíder de los socialistas gallegos se dejaron ver, entre otros, el teniente de alcalde y presidente de la ejecutiva provincial, Antón Louro -uno de los políticos del partido que mejor parados salen en el libro-, Agustín Fernández, José Antonio García Lores, Cáceres, y varios miembros de la ejecutiva local (Maica Larriba, Chano Esperón o Sara Díaz), además de militantes. También asistieron Enrique Vaqueiro o Raúl Gómez Farto, de UGT.
El extitular del Ejecutivo autonómico destaca en sus memorias el trabajo que el concejal de Urbanismo de Pontevedra realizó durante los años en los que estuvo al frente de la secretaría de Organización del PSdeG. También que Louro fue una de las personas que le desaconsejó abiertamente el nombramiento de Pachi Vázquez como secretario xeral del PSOE en Ourense.
En el acto de ayer, el expresidente reiteró que pese al revuelo que ha levantado O futuro é posible su intención es que «sexa útil e abra debate». Defendió la cultura de los pactos y reiteró que el futuro de Galicia y la alternativa al PP solo es posible con una alianza entre socialistas y nacionalistas en la que el país esté siempre por encima de todo lo demás. «O PP nunca baixou do 45 % de apoios», recordó. No supo explicar por qué el pacto de Pontevedra es el único que sigue en pie, aunque apuntó que lo respalda «a maioría social» de la ciudad. Reconoció que la campaña del 2009 fue uno de sus errores, al igual que dejar que la política fuera sustituida «polo orgánico».