La cara más deportiva del campus de Pontevedra

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Unos 450 usuarios acuden con regularidad al Pabellón Universitario para hacer ejercicio

10 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Con una mujer marcando bíceps. «Revolution. Deporte para inconformistas». Así se promociona este curso 2012/2013 el Servizo de Deportes de la Universidade de Vigo. Porque en el campus de Pontevedra no todo es formación académica. La práctica deportiva juega un papel destacado en el ámbito universitario. Los números así lo ponen de manifiesto y una simple visita, en hora punta de ejercicio, al Pabellón Universitario de la ciudad basta para confirmar el tirón de las actividades de este departamento. En Pontevedra estudian casi cuatro mil alumnos y el recinto dependiente de la Universidade tiene unos 450 usuarios habituales.

En proporción, se trata de la cifra más elevada de los tres campus que integran la UVigo. Así lo afirma Gustavo Loureiro, el técnico del Servizo de Deportes. Este departamento, creado en el año 1996, se trasladó físicamente al Pabellón Universitario en el 2010 después de peregrinar por varias facultades (Forestais y Ciencias Sociais e da Comunicación). «Empezamos con muy pocos usuarios hace tres años y la progresión ha sido espectacular», subraya.

En pleno proceso de matriculación para el segundo cuatrimestre, el técnico apunta que más del 30 % de los usuarios se decantan por la sala de cardio-fitness. Un horario muy amplio y un precio atractivo, sumado a que el espacio está bien equipado, justifican esa demanda. «Abre de nueve de la mañana a once de la noche y el precio es de 35 euros por cuatrimestre. Además, una vez acabado el curso se puede venir en julio y agosto, con un horario reducido, siempre que se haya pagado un cuatrimestre», explica el responsable.

La sala de cardio-fitness se puede usar a través de dos programas. El denominado TDU Básica (de tarjeta deportes universidad), que permite hacer uso de las máquinas por libre; y el Ponte en forma, que es una derivación del anterior e incluye dos revisiones médico-deportivas gratuitas (inicial y final). «Se trata de un plan personalizado de entrenamiento que además ofrece un crédito ECTS por cuatrimestre», comenta Gustavo Loureiro.

Además de la sala de cardio-fitness, el Servizo de Deportes ofrece, dos días a la semana, otras modalidades como aérobic (37 euros por período y 66 por el curso completo), «que también tiene mucha aceptación», artes marciales mixtas (44 y 79 euros), pilates (58 y 104 euros) y tai chi (37 y 66 euros). En el pabellón también se practican deportes colectivos de competición. El abanico es amplio: fútbol sala masculino y femenino, fútbol 7, voleibol mixto, balonmano masculino y baloncesto masculino. Los equipos se crean en las distintas facultades y compiten entre sí. Pontevedra alberga este año, en concreto, este mes de febrero, la fase final para elegir al campeón de la Universidade de Vigo en varias disciplinas.

Acuerdos de uso

Al margen de estudiantes, profesores y personal de administración y de servicios, el recinto situado en la calle Cruz Vermella también puede ser utilizado por familiares y cónyuges de la comunidad universitaria; por entidades, clubes y personas con acuerdo de uso -caso del Arxil de baloncesto a través del Instituto Municipal de Deportes (IMD)-, y el colegio Manuel Vidal Portela y la escuela de adultos -por cuestión de proximidad-. También hay usuarios externos que pueden acceder al pabellón a través de bonos, aunque en este caso el precio es menos asequible.

Con el creciente volumen de usuarios, las instalaciones empiezan a quedarse cortas de espacio. Algo que pasa especialmente por las tardes, cuando se concentra la mayor parte de los aficionados al deporte. La ubicación del pabellón también ayuda. «Es un sitio céntrico, que está a tiro de las facultades», señala Gustavo Loureiro.

«Porcentualmente, el número de usuarios es el más alto de los tres campus»

«Es un servicio que sí se conoce y que se publicita en las pantallas de todas las facultades»

«La demanda es muy amplia y a veces las instalaciones se quedan cortas»

Gustavo Loureiro