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Ravachol, víctima de preferentes

MARÍA CONDE PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El símbolo del carnaval irrumpe en su botica disfrazado de afectado por la banca

12 feb 2013 . Actualizado a las 20:19 h.

La noticia corrió ayer, como no podía ser menos en días como estos, a través de sobres blancos con los nombres de los últimos protagonistas en casos de corrupción. Ravachol se presentó en el entroido pontevedrés como una víctima más de las preferentes, en la «máis absoluta ruina financieira» y sin los pocos ahorros que tenía después de un siglo de duro trabajo.

El símbolo del carnaval irrumpió «pícaro, burlón e irreverente, alegre pero crítico, e feliz» en su botica, de nuevo reubicada en la praza da Peregrina cien años después de la muerte del verdadero Ravachol, «unha agarimosa lembranza que hoxe aínda, un século despois, ninguén esquece», como señala la Asociación Ricriativa de Xeve, encargada de su elaboración.

Apareció a ritmo de percusión, con los alumnos de la Escola de Batukada de Pontevedra, y con la música tradicional del grupo Foula. Y una vez en la plaza, una de las contertulias de la botica de Don Perfecto Feijoo contó cómo Ravachol «depositou os seus aforros en Novagalicia Banco e desapareceron vítimas das preferentes».

«A el, Gayoso, Méndez, Pego e compañía dixéronlle que alí estaban moi seguros, que podería quitar os cartiños cando quixera, que disporía sempre deles, pero todo era unha trola orquestada por uns ladróns ruíns e cobardes», leyó.

Ravachol pretende a lo largo de esta semana de entroido, vestido con una camiseta naranja y rodeado de carteles alusivos a Lobacaixagalicia y Lobacaixa Banco, denunciar este abuso, «este roubo que afecta a tantos galegos e galegas, e vai recordarlle aos gobernos da Xunta e do Estado, aos políticos de calquera cor e aos actuais xestores da entidade rescatada e nacionalizada co diñeiro de todos os cidadáns, que os afectados polas preferentes non se van rendir e van loitar polo que é deles, coa axuda de todos os pontevedreses e visitantes que participan e viven neste gran entroido».

El loro mide este año dos metros y para su elaboración se emplearon más de veinte mil plumas de colores rojo, verde y blanco, preferentemente, además de otros materiales como paja o alambre de gallinero.