Tomeza, tierra de pastequeiros

Elena Larriba García
E. Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Esta imagen ilustra el cartel del documental de Ana Lois sobre los <span lang= gl >pastequeiros</span> sanadores de Tomeza.
Esta imagen ilustra el cartel del documental de Ana Lois sobre los pastequeiros sanadores de Tomeza.

Un documental descubre la riqueza de las tradiciones mágico religiosas de los sanadores en el rural pontevedrés

16 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En el rural pontevedrés existe una enorme riqueza de tradiciones y saberes curativos que forman parte de la medicina popular gallega. Estas prácticas son especialmente ricas en Tomeza, donde pervive la tradición de los pastequeiros, sanadores conocidos con este nombre porque utilizaban la fórmula latina Pax Tecum (la paz sea contigo).

De ello trata el documental Terra de Pastequeiros, realizado por Ana Lois y financiado por el Concello de Pontevedra, que será presentado el próximo sábado en el antiguo preescolar de Lusquiños. La iniciativa se enmarca en el Plan do Patrimonio Rural, que coordina el concejal Luis Bará e incluye una línea de actuación relativa al estudio y difusión del patrimonio inmaterial, concretamente el referido a las creencias, mitos, leyendas y saberes tradicionales.

Ana Lois consiguió adentrarse en un mundo de difícil acceso que la gente mayor lleva con mucha discreción. A veces ni su entorno familiar más directo es conocedor de su sabiduría, según explicó esta investigadora.

Los sanadores tradicionales tenían distintos nombres según su especialidad y los pastequeiros utilizaban elementos de la liturgia católica, estolas, cruces, el pan y el vino (cuerpo y sangre de Cristo), además de las oraciones en latín, para curar con bendiciones. Hoy por extensión el término ya se utiliza para hablar de cualquier sanador.

Mal de ojo

Se trata de una medicina mágico-religiosa y lo que se supone que cura son, sobre todo, los males del alma o el mal de ojo. Claro que, como explica Ana Lois, «os que recorren a estos rituais non van dicindo que teñen o mal de ollo, se non porque teñen uns síntomas físicos polos que xa foron moitas veces ao médico convencional e nos lle dan pasado polos métodos científicos».

El más famoso pastequeiro que hubo en Tomeza fue O Manso, del que se dice que era un gran seductor o un gran impostor, ya que allá por los años veinte podía cobrar por un trabajo hasta 6.000 pesetas. También era muy conocido O Garrizo y O Garamillas. Y después hubo también una generación de mujeres dedicadas a este oficio por herencia familias.

Hoy, estos remedios siguen vigentes en muchas aldeas y ciudades y Ana Lois asegura que la gente que recurre a ellos no son precisamente ignorantes, los hay de todas las clases sociales, de todos los niveles económicos y formación cultural, gente que no deja de ir al médico y utiliza a los sanadores tradicionales como terapia alternativa.

En Tomeza sigue habiendo una señora, que guarda celosamente su anonimato, a la que mucha gente acude sobre todo para curar niños. Lo que ella emplea para la curación es el ritual de pasar 27 veces por debajo de un puente con una oración cada nueve vueltas. En esa parroquia también se usa todavía el licornio o cuerno de ciervo, con supuestos poderes curativos.

Terra de Pastequeiros forma parte de un proyecto más amplio que abarca toda Galicia y se difunde a través de la web www.plabrassecretras.com.