
Miles de romeros celebraron ayer la festividad de San Benito de Lérez
12 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.1La festividad de San Benito se celebra en muchos lugares y parroquias de la geografía gallega, pero como dice la canción popular, no hay otro máis milagreiro que San Benitiño de Lérez. Miles de romeros acudieron al monasterio lerezano para cumplir una tradición y devoción secular. Recoger el aceite bendecido y milagroso para curar las afecciones cutáneas, pasar por debajo del altar, tocar la imagen del monje benedictino con un pañuelo, ofrecerle exvotos, huevos o dinero, son algunos de los ritos que hay que seguir para que se atiendan las peticiones o mostrar agradecimiento por haber sido concedidas. Pero los ruegos y plegarias en estos tiempos de crisis van bastante más allá de la mera curación de las verrugas y ese era el sentir de los devotos que a lo largo de la mañana asistieron a los actos religiosos. En horas punta hubo colas para acceder al templo y recoger el aceite, pero no se registraron las grandes aglomeraciones de otros años. Tampoco cuando el santo salió en procesión con su manto cubierto de billetes.
Lo devoto no quita lo festivo y el olor a cera y aceite se mezcló con el del pulpo, los churros, las rosquillas o la empanada de los puestos montados en entorno a esta romería. Al otro lado del Lérez, junto a la la playa fluvial, a lo que olía era, sobre todo, a los mil kilos de mejillones que repartió gratuitamente el Concello y allí sí hubo cola. Una comida campestre y música tradicional completaron esta jornada festiva.