Entra como testigo y sale imputado un exarquitecto municipal de Sanxenxo
PONTEVEDRA
El exedil de Urbanismo Francisco Villaverde afirma que no le constan datos sobre «mala fe» en las licencias investigadas
23 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La lista de imputados en la investigación urbanística que dirige el Juzgado de Cambados se amplió ayer con el nombre de uno de los exarquitectos municipales, Carlos Besada, que entró en la sala judicial de declaraciones como testigo y salió como imputado. Besada fue uno de los tres técnicos citados por el juez, en una sesión en la que se preveía que solo iban a pasar testigos por el Juzgado.
La instrucción de la investigación se halla en la fase de diligencias previas. No han trascendido los términos concretos de la imputación del exarquitecto, aunque sí se sabe que el juez paró la declaración cuando se estaba desarrollando para darle opción a repetir su paso por el Juzgado pero como imputado y con el auxilio de un abogado. Besada fue arquitecto municipal de Sanxenxo durante un período en que el actual titular de la plaza ejercía como gerente de Urbanismo.
Los otros dos técnicos citados ayer como testigos fueron un asesor jurídico del Ayuntamiento y un exdelineante municipal también. Además, también fueron llamados como testigos el exedil de Urbanismo de la época del popular Telmo Martín como alcalde y exconcejal de SAL, Francisco Villaverde, que acudió a la cita, y el edil de Medio Ambiente actual, el independiente José Luis Rodríguez, que no pudo acudir por razones de salud.
Villaverde explicó que el juez le preguntó «básicamente por las licencias de los chalés de Dorrón y sobre el edificio de la calle Progreso de Balboa y Chan». El exedil indicó que desconoce cuál es la línea de la investigación del juez, aunque supone que «querrá aclarar por qué se concedieron las licencias, si fue por error, y tiene que escuchar las declaraciones de muchas personas».
El exconcejal de Urbanismo, que no ha vuelto a ser citado, se reafirmó en que, hasta donde conocía el caso, no ve razones para dudar de la inocencia de los imputados. «Mi impresión es la misma que antes, no tengo ningún dato que haga pensar en mala fe o que se actuó de otro motivo, aunque si existieran me gustaría saberlo», concluyó.