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Las mil vidas de Vázquez Ansorena

Alfredo López Penide
lÓPEZ pENIDE PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA POR VÁZQUEZ ANSORENA

Arrecian las acusaciones contra el falso representante de Casas y Alborán

09 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Se reconoce como un personaje polémico y le gusta presumir de amistades en el mundo del famoseo. Y lo cierto es que la polémica acompaña a Javier Vázquez Ansorena, recientemente condenado por estafa al simular ser el representante de Pablo Alborán y Mario Casas, por donde quiera que va y son numerosas las acusaciones que ponen en duda su forma de actuar.

Natural de Sanxenxo, uno de sus amigos de la infancia con el que compartió su afición por el fútbol y que con el paso de los años le acompañó gestionando bolos de artistas y famosos lo acusa: «Nunca vi un duro. Él me dijo que me iba a dar, me iba a dar... Y al final, me quede a dos velas». Asegura que ya desde joven «siempre tuvo maneras de ser un poco chulito» y que, incluso, intentaron que enmendara su vida, pero ni por esas. Al menos así lo cree quien define a Vázquez Ansorena como alguien que «se llega a creer sus propias mentiras. Si llegó a poner en las redes sociales que iba a entrar en Supervivientes y la excusa que puso es que no pudo entrar porque tenía unas alergias».

Recuerda cómo en una ocasión paseando por Portonovo, Ansorena le dijo «no vamos por aquí porque me van a pedir autógrafos». Sorprendido, su por entonces colega de fatigas trató de bajarle los pies al suelo: «A ver, Javi, cómo te van a pedir autógrafos aquí si no te conoce casi nadie. También dice que ha jugado en el Valencia, en el Mallorca... Se monta cosas en la cabeza que se las cree de una forma que no es normal».

Este diagnóstico también lo realizan otros allegados y personas que siguieron de cerca la instrucción judicial de la estafa a la discoteca Carabas, donde el sanxenxino cobró por adelantado una importante cantidad de dinero -debe abonar una indemnización de diez mil euros- comprometiendo la presencia de Mario Casas y Pablo Alborán. Sobre esta cuestión, el cuestionado representante de famosos asegura que fue un error, que firmó «unos contratos que no pude cumplir».

No obstante, su antiguo amigo sospecha que no sería la primera vez que actuaría así. De hecho, sostiene que pudo observar cómo «ofertaba» a ambos artistas a distintos locales y «jamás en la vida lo vi hablar con Pablo Alborán o con Mario Casas. Yo estaba con él todo el día y sabía perfectamente que no hablaba con ellos».

Precisa que su modus operandi consistiría en comprometer un bolo o actuación que nunca se llegaba a producir. Cuando la otra parte trataba de pedirle explicaciones se encontraban con que Ansorena, supuestamente, les bloqueaba en el WhatsApp o en las redes sociales.

Es lo que afirma que padeció un empresario de la movida nocturna de Ayamonte, en Huelva. No le duelen prendas en confesar que cuando conoció al pontevedrés por la posibilidad de organizar un concierto de Pablo Alborán en un auditorio, este «me impresionó para bien».

Sin embargo, esta imagen fue cambiando a medida que pasaban los días. Comenzaron las dudas, pero un socio le convenció para seguir adelante. Sostiene que adelantó tres mil euros y que, a partir de entonces, comenzaron los problemas. Primero, con el supuesto contrato del cantante, y posteriormente con el reintegro del dinero hasta que «me bloqueó en las redes sociales». Confirma que su denuncia, tras dejarla en manos de un abogado, nunca salió adelante.

Lo que nadie pone en duda, ni siquiera el fiscal del caso Carabás, es que Ansorena ha organizado bolos de distintos famosos en diferentes localidades del territorio nacional. De hecho, el representante del ministerio público afirma que el cumplimiento de estos contratos iniciales fue lo que le permitió ganarse la confianza de los responsables de la sala de fiestas.

Algo similar es lo que mantiene un empresario pontevedrés con el que Javier Ansorena contactó en su día asegurándole, al parecer, que había jugado en el Mallorca hasta lesionarse, así como que era muy amigo de Rafa Nadal y de su tío Miguel Ángel, exjugador del Barça. Tras precisar que llegó a organizar un bolo de Kiko Rivera en una discoteca de Vimianzo, sostuvo que, en su caso, consiguió que el actor Yon González acudiese a una conocido discoteca de Portonovo con el compromiso de repartir la comisión: «Pero la mitad a mi nunca me la dio».