La Xunta prevé rematar en febrero las obras de la estación de autobuses

Tras una larga tramitación que llegó a provocar un encontronazo entre la Administración autonómica y la local, al fin están en marcha las obras de mejora de la estación de autobuses de Pontevedra. Con un presupuesto cercano a los 125.000 euros, el proyecto prevé la eliminación de las escaleras mecánicas, que serán sustituidas por dos ascensores con capacidad para 13 personas; así como una mejora de los aseos, la renovación de las puertas de acceso y una mejora de la impermeabilización exterior para evitar filtraciones de agua al interior.

La directora xeral de Mobilidade, Helena de Santos (PP), visitó ayer las obras, y anunció que los trabajos pueden estar finalizados a mediados de febrero. Asimismo, destacó que el principal objetivo de esta actuación es «a mellora da accesibilidade».

La directora xeral también confirmó que no está previsto a medio plazo acometer más mejoras en la estación de autobuses, una instalación que el BNG definió hace unos meses como «un lugar tétrico, desolado, siniestro e inaccesible».

Precisamente, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), señaló ayer que las obras que acomete la Xunta son «pouco máis que un apaño» y destacó que «non van resolver as deficiencias que denuncian tanto os usuarios coma as empresas que operan na estación». En cualquier caso, aplaudió que se acometa esta mejora, aunque sea con una inversión «insuficiente para o que se precisa».

Asimismo, Lores lamentó que la Xunta descartara en su día la posibilidad de dotar a la estación de un acceso directo para los autobuses aprovechando la obra de desdoblamiento de la avenida de Vigo, La idea del Concello era incluir como mejora en este proyecto la construcción de un puente para que los autobuses accedieran directamente a la dársena, pero la Xunta rechazó la propuesta alegando que el Concello no había remitido ningún anteproyecto.

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