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El colegio de Barro tendrá patio nuevo

C. Pereiro

PONTEVEDRA

Una cesión de terrenos desinteresada dará a los niños un recreo más grande

13 jul 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

Parece que los vecinos del núcleo de San Antoniño, en Barro, están atravesando una auténtica época de solidaridad y civismo a la hora de mejorar la situación de su zona. Si la pasada semana era Javier Maquieira quien cedía parte de su jardín para construir un tramo de acera inexistente en el centro de la villa, ahora todos los propietarios de una parcela adyacente al C.E.I.P. Amor Ruibal han decidido ceder ese terreno para que el colegio tenga un patio de colegio en condiciones.

Las obras no solo han empezado, sino que ya se encuentran en su fase final. Se han hecho a un ritmo veloz y, de no producirse algún cataclismo, el centro educativo de los más pequeños de este municipio lucirá un nuevo patio de colegio para el siguiente curso, cuando septiembre avise de que hay volver a las aulas.

Se trata de una parcela perteneciente al edificio que delimita con las instalaciones del centro de enseñanza, y que en la actualidad carecía de uso específico o de utilidad, más que el dejar que la maleza creciera sin beneficio para nadie.

El Concello ha llegado a un trato con sus dueños por el que consiguen una cesión de los terrenos durante los próximos 25 años. Un cuarto de siglo que asegura un futuro de juegos y carreras para los niños de Barro. Demostrando nuevamente, que en San Antoniño, sus vecinos, sí miran unos por otros.

En la práctica el colegio contaba con un patio alrededor del edificio pero que era realmente pequeño y muy limitado para desenvolver las actividades de ocio y tiempo libre que los niños desarrollan durante los recreos.

El Concello dice estar muy agradecido y satisfecho con este acuerdo, al tratarse de una excelente noticia para todo el municipio, ya que en el Amor Ruibal estudian y crecen las nuevas generaciones del mismo. Su comodidad, y su bienestar es algo que concierne a todos los habitantes del ayuntamiento, y este tipo de acciones desinteresadas, lo muestran claramente.

«É unha noticia moi boa para o centro e para Barro», afirma el regidor local Xosé Manuel Abraldes. «Foi unha cousa que partiu do Concello tratando de buscar unha solución para darlle ao colexio un mellor a maior espacio do que posuía».

Abraldes reconoce que este tipo de actos, en los que varios vecinos y dueños renuncian a una propiedad para dársela a un ente público, demuestran su interés por la mejora general y agradece su colaboración para hacer del ayuntamiento un lugar más agradable y mejor.

Actualmente, los obreros están trabajando en la zona y ya han avanzado buena parte del proyecto que finalizará cuando se allane el lugar y se ponga un firme adecuado para su nueva función como patio de juegos y recreo.

En el plazo de unas semanas, se espera poder acabar totalmente con las obras, y que mucho antes de que los niños vuelvan al colegio, esté totalmente habilitado. En ese sentido, el regidor confirma que «non so cumprindo o prazo, xa que vendo como avanzan, estanse adiantando as datas que manexabamos co colexio».

Así, los pequeños de Barro ganarán cientos de metros cuadrados en los que brincar y crecer, que, al margen de lo que les enseñen los maestros en las aulas, es una parte fundamental en su educación.