El Rayo Majadahonda frena al Pontevedra

Sergio Asenjo MAJADAHONDA / ÁREA 11

PONTEVEDRA

BENITO ORDOÑEZ

El equipo madrileño rompió la racha de tres victorias consecutivas de los granates con sendos tantos al inicio de cada tiempo

15 oct 2017 . Actualizado a las 15:51 h.

Lejos de mostrar la cara de las últimas jornadas, el Pontevedra cayó por un claro 2-0 ante el Rayo Majadahonda. Los de Luisito fueron desbordados los 90 minutos por un equipo madrileño que dará mucho que hablar esta temporada. Tras el gol tempranero de penalti de Dani Pichín, los majariegos supieron leer el encuentro y, sin sufrir, dejaron pasar los minutos hasta que Ayoub sentenció nada más comenzar la segunda parte. Poca presencia en ataque de un Pontevedra que tendrá que seguir mejorando si quiere estar en la zona noble de la competición.

El Pontevedra saltaba al Cerro del Espino de Majadahonda en horario matinal, por primera vez en esta temporada, con la clara intención de seguir haciendo bien las cosas, seguir mejorando el juego y prolongar a cuatro las victorias consecutivas. Tras el mal comienzo liguero, Luisito parecía haber dado con la tecla y sus jugadores estaban mucho más centrados tanto en defensa como en ataque. El técnico teense contaba con la baja importante de David Añón que era sustituido en el once por Marcos Álvarez. Al final podía contar con David Goldar y Adrián Léon que habían sido duda durante la semana. Enfrente, un Rayo Majadahonda muy serio, competitivo pero con muchas bajas entre las que destacaban la de su delantero Berodia y el central Oliva.

Mal comenzaba el partido para el Pontevedra. Y pudo ser peor. En el minuto 4, Edu sacaba de puerta bastante corto, Vicente despejaba de cabeza desde el centro del campo a la espalda de los centrales donde Dani Pichín, rápido como un rayo, se marchaba de Miguel Ángel, el cual, cuando el delantero majariego iba a driblar al meta granate, trababa las piernas de Dani cometiendo un claro penalti que el mismo Dani Pichín se encargaba de transformar. Y pudo ser peor porque el árbitro de la contienda podía haber expulsado al lateral granate, ya que era el último hombre de la defensa pero no enseñó ni tarjeta amarilla.

Los pontevedreses estaban sufriendo con la velocidad tanto de Carlitos como de Dani Pichín. Los de Luisito estaban dando la cara pero sin encontrar la claridad en el último tercio de cancha. El Pontevedra apretaba desde muy arriba, intentando que los madrileños no sacaran el balón con claridad y ahogar a los mediocampistas locales. Los de Iriondo tampoco sufrían en exceso y en cuanto podían buscaban a Chiqui a la espalda de los centrales granates.

Tras los primeros veinte minutos, el Rayo parecía haber cloroformizado el encuentro sin mucha reacción de los de Luisito. Se veía a los granates tensos, imprecisos en los desplazamientos y sin generar peligro en ataque. En el minuto 26, Miguel Ángel la ponía desde la banda diestra, quizás un poco pasada, a la cabeza de Álex González que no era capaz de dirigir el balón. Un minuto, el mismo Álex González, desde la frontal empalmaba un fuerte chut que se encontraba las piernas de un afortunado Basilio. En menos de un minuto, dos claras ocasiones de los granates, que querían el empate.

En el minuto 34, Vicente estuvo a punto de ampliar la ventaja. Tras un córner sacado por los majariegos, Álex González robaba el balón y salía a la contra. El delantero granate se liaba y perdía el balón en medio del campo ante la presión de Vicente. El medio madrileño veía adelantado a Edu y lanzaba desde 40 metros. El meta del equipo pontevedrés se tenía que emplear a fondo para poder enviar a córner. Un minuto después, David Goldar también salvaba el 2-0 cuando rebañaba un balón sobre la línea de gol. El Rayo Majadahonda llegaba poco pero con muchísimo peligro e intención. Con un remate forzado de Adrián León se acabó la primera parte.

Durante el descanso, tanto Berrocal como Iván Martín intensificaron el calentamiento, para entrar a disputar los segundos 45 minutos. Y el espigado delantero granate estuvo a punto de empatar el encuentro en el minuto 48. Tras un buen saque de Edu, Rubén controlaba el balón, pero Iván Martín se lo birlaba y con mucha potencia se plantaba solo ante Basilio, que de forma milagrosa evitaba el 1-1. Jugada muy clara y que podía dar alas a los gallegos.

Y del posible empate, se pasó al 2-0. Ayoub, con una jugada estratosférica puso tierra de por medio. El medio marroquí cogió el balón en el centro del campo, condujo el esférico sin que ningún jugador visitante saliese a su paso y con un cambio de ritmo entró en el área y cruzó el balón ante la pasividad de la defensa.

El buen comienzo se había ido al traste. El gol le sentó fatal al Pontevedra. El Rayo Majadahonda quería más y buscaba ahondar en la herida granate, cuya defensa se veía superada una y otra vez. De hecho, Edu salvó el 3-0 en el minuto 63 cuando, en una contra de libro, Chiqui cuerpeaba con Kevin, el cual era desplazado como si jugara un senior con un cadete, y cedía a Jeisson, que no fue capaz de superar a Edu en el mano a mano.

El Pontevedra estaba fuera del encuentro, pero faltaba todavía mucho. Prosi, en el minuto 66, estuvo a punto de acortar distancias, pero su lanzamiento golpeaba en un central madrileño y el esférico se iba a córner. Los últimos minutos de partido fueron de claro dominio local, convirtiéndose Edu en el mejor de su equipo con paradas de gran mérito que hicieron que el resultado final no fuese más abultado.

2 - RAYO MAJADAHONDA: Basilio; Rubén, Andujar, Jorge García, Juan Cruz; Vicente; Coto (Dani Martínez 66’), Ayoub, Carlitos (Fonda 77’), Dani Pichín (Jeisson 61’); Chiqui.

0 - PONTEVEDRA: Edu; Miguel Ángel (Carlos Ramos 52’), David Goldar, Adrián León, David Castro; Marcos Álvarez (Iván Martín 46’), Kevin, Prosi, Álex González; Jorge, Etxaniz (Berrocal 46’).

Goles: 1-0, min. 4: Dani Pichín (de penalti). 2-0, min. 52: Ayoub.

Árbitro: González González (colegio tinerfeño). Amaonesto a Ayoub, del Rayo Majadahonda, y a Miguel Ángel y David Goldar, del Pontevedra.

Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada del grupo 1 de Segunda B disputado en el Cerro del Espino ante unos 500 espectadores.