Sondeos y tecnología óptica de precisión permiten el análisis de microfósiles marinos
PONTEVEDRA
Un equipo de la Universidade lleva años realizando prospecciones en las rías de Vigo y de Muros y en alta mar
11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El mar es el principal proveedor de fósiles en la provincia de Pontevedra y su entorno inmediato. Es allí donde se están llevando a cabo campañas, bajo la supervisión de la UVigo y otras instituciones científicas gallegas. Eso sí, no se trata de buscar restos de animales como plesiosauros o trilobites. Las investigaciones están centradas en unos seres muchísimo más pequeños, tanto que es necesario la utilización de grandes lentes de última tecnología para poder acceder a su visionado y estudio. Se trata de los protozoos de la categoría de los foraminíferos. El profesor Guillermo Francés es uno de los promotores de esta iniciativa, que comprende un área de estudio que va desde el entorno de la isla de San Simón, en la ría de Vigo hasta la cuenca interior de Galicia, en ese área en caída libre del fondo marino a los 3.000 metros de profundidad.
A bordo de un barco, con los aparatos necesarios, se realizan las tomas del fondo que aportan el sedimento antiguo susceptible de contener estos protozoos prehistóricos. «Hacemos sondeos en el fondo del océano, tomas de un diámetro de diez o doce centímetros y así recuperamos miles y miles de cosas pequeñitas», recalca. A continuación, es el turno del trabajo en laboratorio, una tarea ardua en el ámbito clasificatorio y que requiere de mucha paciencia y rigor metodológico. «El estudio de los microfósiles requiere de técnicas ópticas, no es como el de restos de dinosaurios o de primates. Todo lo tenemos almacenado, catalogado y sistematizado», resalta Francés.
Los proyectos en los que participa este departamento de la UVigo son interdisciplinares. Interesa también una adecuada contextualización de los restos. Así poco a poco se va desgranando el pasado más remoto de nuestros mares.
«El estudio de pólenes y esporas fósiles se usa en la busca de yacimientos de carbón y petróleo»
Ingeniero superior de Minas por vocación, Manuel Antonio Juncal Rosales es un vecino de Marín de 28 años y uno de los estudiantes de la UVigo que está realizando una tesis doctoral sobre Palinología, una rama de la Botánica que estudia las esporas y los pólenes.
-¿Cómo surgió su interés por la Paleontología?
-Empezó todo en los dos primeros años de carrera. Bienvenido Díez nos dio las asignaturas de Geología y Estratigrafía. Nos ofreció a los alumnos ir con él en una campaña paleontológica en Aragón para aprender un poco más. En clase lo ves todo muy teórico, aquí es de forma práctica. Me gustó este mundo. Los restos paleontológicos están muy ligados a la minería. Tú si vas a extraer un mineral, ya sea carbón o de otro tipo, vas a tener que hacer un desmonte para acceder a esas capas de mineral y en ese momento te pueden aparecer restos fósiles.
-¿En qué consiste su tesis?
-Yo lo que hago es Palinología. Estudio esporas y pólenes fósiles. Esto está muy relacionado con la minería, por eso acepté hacer este doctorado, porque me gusta mucho lo que hago. El estudio de los pólenes y esporas fósiles permite conocer la edad de la roca, se usa en la búsqueda de nuevos yacimientos, sobre todo está muy ligado a los de carbón y petróleo.
-¿Cómo se puede hacer esta tesis tan lejos de los yacimientos?
-Es muy fácil, porque al ser polen y esporas, con un trozo de roca es suficiente para mi investigación. Se plantea una campaña de campo, donde recorres distintas partes de España recogiendo muestras. No necesitas mucho, con 50 gramos de muestra es suficiente. En una semana puedes juntar varios años de trabajo.
-¿Cómo reacciona la gente cuando le dice de qué va su tesis?
-La gente asocia Paleontología a dinosaurios, a grandes mamíferos. Lo primero que les viene a la cabeza son restos de huesos, muy pocas veces plantas. Cuando dices que la tesis es sobre el estudio de esporas y pólenes no se lo esperan.