¿Cuánto comen las palomas de A Ferrería?

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

OSCAR VíFER

Los quiosqueros venden unos 100 kilos de maíz a la semana en bolsas de 250 gramos; es su producto estrella

08 oct 2019 . Actualizado a las 12:00 h.

Ni las gominolas míticas como los corazones o el regaliz; ni las pipas de Facundo; ni los clásicos Donetes con los que, tal y como decía el anuncio, te salen amigos hasta de debajo de las piedras. En los dos quioscos de chucherías de la plaza de A Ferrería el producto estrella es amarillo y viene del campo. Se trata, cómo no, de pequeñas bolsas de maíz que van de la mano de los niños a la boca de las palomas que pueblan la plaza. En un día soleado como los que abundaron en octubre, era difícil permanecer diez minutos en A Ferrería sin ver a algún pequeño alimentando a las aves. Así que la pregunta está servida: ¿Cuánto comen estos animales? Los quiosqueros dan una respuesta aproximada: venden casi cien kilos de maíz a la semana para los pájaros.

Comienza hablando Fina Martínez, la quiosquera más veterana. Cogió el testigo de una familiar como vendedora de la plaza y dice que añora tiempos pretéritos: «Antes había máis movemento aquí», se queja. Luego, confirma que el maíz es el gran atractivo. Despacha unos 25 kilos cada semana como mínimo. Y de ahí para arriba. «Hai días de solo dez bolsas e días que vendes ata trinta, varía bastante. A veces chegan a ter alimento de sobra e queda no chan, pero iso non ocorre con frecuencia», indica. Dice Fina que sus principales clientes son los niños, pero que también algunos mayores se animan a darles de comer y que incluso les traen pan de casa, aunque la mayoría optan por el grano. Habla así mientras, a unos metros, una mamá con dos niñas de corta edad, Elsa y Nora, reparten maíces entre las palomas. Las aves sobrevuelan por todas partes. Pero no hay miedo: «No se asustan, siempre que venimos aquí les quieren dar de comer», dice la madre. Y lo mismo repiten otros padres que vienen de comprar su bolsa de maíz. «No podemos pasar por aquí sin darles de comer», señala un abuelo que, además de maíz, les proporciona gusanitos a las palomas. «Estos les encantan», apostilla.

Hasta ochenta por semana

Efectivamente, José Miguel Escudero, el otro quiosquero de la plaza, cuenta que las palomas también se pirran por los gusanitos y que incluso vienen antes si ven la bolsa verde y amarilla de la chuchería que si observan el saquito con el maíz. En el caso de José Miguel, que lleva tres años regentando el puesto, lo habitual es que despache dos sacos de maíz de 40 kilos por semana, en bolsas de 250 gramos. Sumado a lo que vende Fina, la conclusión es que, como mínimo, las palomas despachan unos 100 kilos de grano cada siete días. «Varía mucho, depende de si es verano o invierno y del tiempo que haga. Cuando llueve nadie les da de comer y supongo que se buscarán la vida por ahí. Cuando esto está lleno de gente a veces ves que les sobra», señala Miguel.

El quiosquero deja de hablar para atender a un niño que viene a por una nueva bolsita de maíz. Ni siquiera José Miguel, que las ve todos los días, es capaz de aventurarse a decir qué número de pájaros pueden sobrevolar A Ferrería. «Es imposible, son muchas», dice. Miguel y Fina no compiten en precios. Los dos venden la bolsa de maíz a 35 céntimos. Así que, por menos de la mitad de un euro, los niños tienen entretenimiento un buen rato. Los hay que no se asustan y les van dando casi, casi grano a grano y en la mano. Otros, a la primera que las aves vuelan, sueltan de golpe todo el saquito junto.