2019: año de obras y comicios

PONTEVEDRA

S.B.

La cita del 26-M y la ejecución de proyectos como Gran Montecelo, las reformas del puente de O Burgo y las piscinas de Campolongo marcarán el curso

06 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayor expectativa informativa que nos propone 2019, a priori, será la cita electoral del domingo 26 de mayo. Ese día se celebrarán en Galicia comicios municipales y europeos. Y para gran parte del resto del Estado (excepto comunidades históricas) también elecciones autonómicas. Si es que no hay superdomingo electoral si al presidente Sánchez le diese por anticipar las generales. En todo caso: a la vista de la reciente experiencia andaluza, resulta apasionante imaginar qué ocurrirá.

Hay varias preguntas clave: ¿También irrumpirá aquí Vox? ¿Se mantendrá el crecimiento de los llamados nuevos partidos, es decir Ciudadanos y Podemos además de la variante local de Marea, a costa de los viejos partidos, denominación que abarcaría a PP, PSOE y por supuesto al propio BNG? Y la cuestión central: ¿será capaz Lores de alcanzar un sexto mandato?

Nuevo escenario

El actual alcalde es el gran favorito y, por tanto, es el rival a batir. Después de dos décadas en el cargo, Lores constituye en sí mismo una marca propia, por encima de su propio partido, el Bloque Nacionalista Galego, que se le queda muy atrás. La sensación generalizada es que volverá a ganar. A expensas de próximas encuestas preelectorales, tenemos la última referencia en el trabajo de Sondaxe para La Voz de Galicia, publicado en mayo del 2018, que atribuía a Lores una victoria inapelable con doce concejales posibles, es decir calcando el resultado del 2015. Pero resulta evidente que ya no estamos en el mismo escenario. Hay algunos cambios muy significativos aún no contrastados demoscópicamente. Primero, entre los rivales. El PP tenía entonces a Jacobo Moreira y ahora postula a Rafa Domínguez quien en siete meses está realizando un intenso trabajo de reactivación del partido, intentando taponar el chorro de votos que se les pueden escapar hacia Ciudadanos. El partido naranja sigue silente a nivel local, con las opciones de María Rey intactas para repetir como cabeza de lista. Y queda por saber cómo desembarca Vox; con quiénes y qué posible efecto producirá en el reparto de votos entre el electorado de centro derecha pontevedrés.

En el otro lado del arco, reitero que el fichaje de Tere Casal por Marea introduce una variable muy novedosa que veremos cuánto influye. De entrada en la correlación de fuerzas con Podemos, que sí quiere presentarse con lista propia frente a los de Luis Rei. Pero sobre todo la reaparición de Terecé propone una pugna electoral contra Tino Fernández y sus antiguos compañeros del PSOE justo cuando parecía que las opciones de los socialistas irían en aumento gracias al tirón de Pedro Sánchez desde que asumió en junio la presidencia del Gobierno.

Finalmente resta por comprobar si en este tiempo el principal favorito haya podido sufrir cierta erosión. Recientes indicios como las pintadas contra Lores en diversas calles por el conflicto laboral en el Concello o el aviso de la Plataforma de vecinos de Mollavao de hacerse notar en los actos del alcalde no son muy graves, aunque denotan que el regidor es humano. Siquiera por una mera razón biológica: es imposible que Fernández Lores (que llegará al 26-M a punto de cumplir los 65) sea inmune al desgaste; el mismo que él hace años le achacaba a Manuel Fraga Iribarne, a quien criticaba por haberse perpetuado 16 años en la presidencia de la Xunta. Aquel Fernández Lores decía que él nunca llegaría a eso. Ahora persigue cumplir 24 años en la alcaldía... Probablemente nunca imaginó que sería adicto a la erótica del poder. O también tan esclavo de la falta de banquillo que rezuma el BNG.

Año de obras

Además de los comicios, el 2019 nos propone a nivel local una gran transformación de la ciudad. Numerosas obras públicas de gran trascendencia ya por iniciativa municipal o en cooperación con otras Administraciones y concesionarias que suman inversiones millonarias. La conclusión de la reforma del Puente de A Barca; la peatonalización y alumbrado artístico del Puente de O Burgo, así como otras acciones en diversas calles e instalaciones, incluidos el pabellón multiusos de A Xunqueira y la primera planta del Mercado. La reforma de las piscinas de Campolongo por el adjudicatario de la nueva contrata es otro de los grandes proyectos del año. Además deberían adjudicarse y ejecutarse reformas urbanas tan esperadas como Loureiro Crespo y algunas de sus transversales, Lepanto y el tramo de Benito Corbal entre el Hospital Provincial y Sagasta. En cola figura la reforma integral de Mollavao, demorada una y otra vez.

Asimismo en el transcurso del año concluirán obras que financia directamente la Xunta, como el palacio judicial de A Parda y la reforma del antiguo edificio administrativo de Benito Corbal. Muchas de esas cintas inaugurales probablemente se cortarán antes de ir a las urnas. Resta por saber qué ocurre con la pretendida ampliación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Placeres, proyecto al que se opone la totalidad de la corporación y que podría interferir con las elecciones.

Sin duda el trámite más esperado para este nuevo año será la licitación de las obras del Gran Montecelo. El gobierno gallego pretende que el nuevo gran hospital que Pontevedra anhela desde hace varios lustros, esté concluso en el 2021.