Tal día como hoy, pero en el año 1998, La Voz de Galicia informaba de que el BNG había logrado frenar, a contrarreloj, la dimisión de sus concejales en Marín. La crónica indicaba que el partido zanjara la crisis interna in extremis en una reunión celebrada por su consejo local.
Al parecer, las discrepancias venían dadas por el conflicto entre personas más próximas a la UPG y las de sectores más moderados. Los ediles que habían decidido presentar su dimisión eran Alfonso Blanco Epifanio, Isabel González y Miguel Suárez Briones, que se solidarizaban así con su portavoz, Antón Pousada Pazos. Pero, en 24 horas, el partido logró zanjar la crisis interna y paralizar la renuncia de sus representantes en los cargos municipales.
El responsable local del partido en aquel momento, Alfonso Sola Limia, declaraba entonces que el grupo municipal frentista volvía ya a trabajar con total normalidad. Añadía Sola que los ediles del BNG en el municipio marinense continuarían defendiendo los intereses de la ciudadanía.