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Las enfermeras eventuales se hacen oír con el proyecto #12meses12loitas

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Saldrán a la calle con niños y abuelos para mostrar sus dificultades de conciliación

08 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los días 12 de cada mes, a las 12 horas. Es el proyecto #12meses12loitas. Así se hace oír el colectivo Enfermeiras Eventuais en Loita, con movilizaciones y temáticas distintas a las puertas de hospitales públicos y centros de salud de Galicia. Pontevedra también forma parte de este movimiento, muy activo en las redes sociales, que nació a principios del 2019 y se visibilizó con motivo de la oposición del Servizo Galego de Saúde (Sergas) que se desarrolló el pasado 12 de mayo en Silleda. De ahí, el porqué de haber elegido el día 12. De ahí, el simbolismo.

Tras la primera movilización, que tuvo lugar el 12 de julio, el próximo lunes, 12 de agosto, tendrá lugar la segunda, que versará sobre las dificultades para conciliar vida familiar y laboral que tienen las enfermeras eventuales. Lo contaba este miércoles Catuxa Lagarón, una de las portavoces del movimiento en la ciudad: «Iremos cos nenos e os avós, coidadores en moitas ocasións dos nosos nenos cando nos chaman para entrar a traballar no momento». En Pontevedra habrá concentraciones ese día en los dos hospitales públicos, Montecelo y Provincial, y también en algunos centros de salud del área sanitaria como Anafáns, en Poio, Bueu o Cerdedo, entre otros. Catuxa Lagarón aprovechó para hacer un llamamiento a la participación de la ciudadanía como usuaria de la sanidad pública.

Las enfermeras contratadas decidieron unirse al cuestionar la gestión que estaba haciendo el Sergas de las listas de contratación y también para reclamar otro trato a la Administración. Aseguraban que se daban contratos desordenados y que no se respetaba el orden de la lista. El movimiento Enfermeiras Eventuais en Loita puso en marcha un trabajo de campo y aseguró que el personal eventual de enfermería alcanza el 47 % en el conjunto de la comunidad. A pesar de lo que sostiene la Administración, las enfermeras insisten en que se siguen dando contratos por días sueltos que computan como acúmulo de tareas y no por sustitución. Conciliar con hijos o personas mayores a su cargo es, la mayoría de las veces, una utopía. Se quejan de que tienen que vivir pegadas a un teléfono y de que acumulan centenares de contratos en su vida laboral.

Por esos y otros motivos acudieron con camisetas negras a la oposición de Silleda -«de luto por nuestra precariedad»- y se unieron en el colectivo Enfermeiras Eventuais en Loita. En la movilización del 12 de julio en el Hospital Provincial coincidieron con trabajadores de otras categorías como celadores. La mayoría de los participantes en la protesta lo hicieron con ropa de trabajo, aunque también se vio alguna de esas camisetas negras. En la concentración se leyó un manifiesto con tres reivindicaciones: la lucha contra la precariedad laboral en el ámbito sanitario; la defensa de la sanidad pública universal y de calidad; y el avance en el reconocimiento de la enfermería como disciplina autónoma.

Su reconocimiento como personal cualificado es otra demanda. Para denunciar su situación han lanzado en redes el reto #LegadodoSergas. Las enfermeras relatan su caso particular y enumeran los años disponibles para la empresa pública, el número de contratos y el tiempo cotizado. En el caso de Catuxa Lagarón, por ejemplo, lleva desde el 2016, con dos embarazos en precario, 9 meses en suspensión de llamamientos por no poder conciliar y solo 280 días cotizados.