
La Festa do Marisco de O Grove clausura la campaña del 2019, que tuvo como alicientes añadidos la feria Conxemar y el Foro La Toja-Vínculo Atlántico
06 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Estas dos semanas de octubre, hasta el fin de semana del Pilar -que este año cae fatal pues el 12 será sábado y chafa el puente- marcan el epílogo de la temporada turística en las Rías Baixas, particularmente en el litoral pontevedrés. Desde hace años, los hoteleros y el sector de hostelería tienen como fecha de término de la campaña la conclusión de la Festa do Marisco de O Grove.
Las cifras de ocupación que hemos conocido en O Grove y Sanxenxo con hoteles prácticamente llenos acreditan que se mantiene intacta la fortaleza de la Festa do Marisco como colofón de la temporada turística.
La buena onda se expande y llega incluso a la capital de la provincia donde también se unía a la repercusión positiva de otro acontecimiento, la Feria Conxemar que se celebraba en el recinto ferial de Cotogrande, en Vigo. Los hoteles de Pontevedra «estamos prácticamente llenos con la mitad de las plazas ocupadas por huéspedes de Conxemar y la otra mitad son peregrinos por el tirón del Camino Portugués» le contaba Patricia Sierra, directora del Galicia Palace a María Hermida en estas mismas páginas de La Voz el pasado jueves.
«Habría que inventarla»
Hace un par de años, cuando aún era presidente del Clúster de Turismo de Galicia, el hotelero Paco González, director gerente del Aparthotel Nanín Playa, lo definió perfectamente en unas declaraciones a La Voz de Galicia. Decía «si no existiera la Festa do Marisco, habría que inventarla». Era una excelente manera de resumir lo que supone la fiesta gastronómica que convoca el Concello meco y que cumple su quincuagésima séptima edición. El mero hecho de las ediciones celebradas acredita solidez y solvencia. El resultado es un efecto económico local y transversal. El impacto local superará los 700.000 euros solo en ventas, conforme lo que viene facturándose en los dos últimos años. El efecto transversal, más difícil de cuantificar, va más allá de los límites del concello meco y se expande por gran parte de la provincia. ¡Qué se lo digan por ejemplo a las navieras que explotan los catamaranes turísticos que navegan por entre las bateas, entre O Grove y A Toxa! Hasta 20 zarpan a diario desde los muelles del peirao grovense para la singladura turística que tanto apasiona a miles de visitantes, especialmente de las regiones del interior de España mientras degustan moluscos y vino.
Profesionalización
En este punto es de justicia reconocer el trabajo realizado en el anterior mandato municipal por la profesora universitaria Emma Torres, que desempeñó la concejalía de Turismo por encargo del alcalde José Cacabelos. A ella corresponde el mérito de haber encabezado el equipo que modernizó y profesionalizó la Festa do Marisco. Se aprecia en muchos aspectos: desde la canalización de los pedidos que realizamos los visitantes a través de los sets de cajas hasta en la gestión de los residuos con la utilización de vajilla biodegradable y recogida selectiva.
Frente a algunos agoreros, la Festa do Marisco acredita un músculo impresionante. Estuve en la noche del jueves, es decir, la jornada inaugural. Llovía de modo insistente. Pero no afectó para nada. Abarrote de vehículos y autocares en el espacio disponible en la zona portuaria. De nuevo este año se han habilitado aparcamientos provisionales en colegios y fincas que, además, suponen ingresos extra para colectivos locales.
Revalorizar A Toxa
Este año 2019 se ha producido una «conjunción astral» muy especial. A la cita anual de la Festa do Marisco se ha sumado un acontecimiento novedoso dentro de los límites del propio municipio grovense, ya que en A Illa da Toxa se celebró hasta ayer el I Foro La Toja-Vínculo Atlántico, que ha concitado una espectacular atención mediática. Con el reclamo de la presencia del Rey Felipe VI en la inauguración, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la clausura y el debate de los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy celebrado el viernes. Y de propina un amplio elenco de ponentes del mundo de la economía como los presidentes de Telefónica y Abanca, José María Álvarez-Pallete y Juan Carlos Escotet, y de Inditex, Pablo Isla.
Además de los nombres, el Foro La Toja-Vínculo Atlántico ha tenido un componente de notable oportunidad dado el momento político y económico que atravesamos en España, en Europa y en el mundo. Ha habido numerosos guiños como la apelación a la centralidad que verbalizó el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, en la sesión inaugural hasta la mutua convicción de Felipe y Rajoy de abogar por «un gobierno estable aunque implique coaliciones incómodas».
La propuesta de este Davos a la gallega parte del empresario Amancio López Seijas, dueño de Hotusa, la cadena propietaria del Gran Hotel de La Toja. Suyo es el mérito y el poder de convocatoria que ha permitido reunir una nómina de ponentes tan atractiva como trascendente su resultado mediático. La iniciativa planteada con vocación de futuro en próximos años, pienso que también tiene un trasfondo añadido, muy entendible: A Toxa y el Gran Hotel, después de unos años de evidente decaimiento, reconquistan nombre y prestigio.