Las cofradías estrenan un sistema pionero: del mar, a la báscula que registra los datos y los lanza a la lonja por la Red, reforzando las garantías de calidad y legalidad del marisco
30 nov 2019 . Actualizado a las 20:07 h.Una tarjeta individual por mariscador y básculas conectadas a equipos informáticos a pie de playa permiten que, a partir de este mes, el pesaje de los moluscos nada más sacados del mar sea más ágil. Este sistema consiste en la emisión automática de un vale donde figura la cantidad que cada trabajador ha puesto en las básculas y la grabación de los datos específicos para su posterior remisión a la lonja. Se acabó el engorro de emitir a mano cada uno de estos vales y se refuerza la aplicación de las nuevas tecnologías al procesamiento del marisco.
A partir de ahora, toda la información pasa de las básculas a los ordenadores y de ahí a un pen, que después se envía a la lonja de Campelo, la central de ventas de la almeja en la ría de Pontevedra. En el futuro próximo, los pósitos confían en que este paso sea automático y los datos aparezcan en tiempo real en los registros de la lonja. Si hasta ahora no es posible se debe a la falta de conexión de Internet en los lugares donde se encuentran estos puntos de control en Os Praceres (Pontevedra) y A Seca (Poio).
El sistema de trabajo que se aplicará a ambos lados de la ría será el mismo, pero la forma de conseguirlo ha sido diferente. En el caso de la cofradía de Lourizán, la patrona mayor, María del Carmen Vázquez, explicó que se aprovecharon las clasificadoras de marisco que se adquirieron hace once años con una subvención de la Consellería do Mar y que se vienen utilizando hasta ahora. Eso sí, hacía falta básculas nuevas, que permitiesen el pesaje de los moluscos y la transmisión de datos a los ordenadores. Para este fin, se obtuvo una subvención de la Diputación el año pasado.
Por su parte, los muebles de los ordenadores se compraron este año a cargo de una subvención de la Consellería do Mar. «Adaptamos lo que teníamos», precisó Vázquez. La patrona mayor recalcó que esté sistema ya está aplicándose y que todos los mariscadores de los tres pósitos vinculados a Raxó ya disponen de sus tarjetas identificativas.
En Pontevedra, el patrón mayor de San Telmo, César Rodríguez, explicó que su pósito recurrió a una subvención del Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro Ría de Pontevedra (GALP), por valor de 43.000 euros, con la que se adquirieron todos los elementos necesarios. Rodríguez recalcó que las ventajas de este método refuerzan la trazabilidad al aplicar un sistema «mucho más ágil, claro y transparente».