Cognitiva, el gimnasio perfecto para el cerebro

La Voz

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

16 dic 2019 . Actualizado a las 12:01 h.

No nos paramos porque nos hacemos mayores. Nos hacemos mayores porque nos paramos. Esta es la leyenda con la que se encuentran los usuarios de Cognitiva cuando llegan a sus instalaciones.

Porque esa es la idea. Cuando las funciones neurológicas comienzan a fallar, a menudo a causa de un desgaste natural producido por la edad, es el momento de acudir al gimnasio del cerebro.

Así es como le gusta definir a Manuela Rivas la terapia no farmacológica que imparte en las instalaciones de Cognitiva, un centro que dirige junto a Iria Domínguez, psicóloga sanitaria.

El objetivo de los ejercicios diseñados en este centro es prevenir y ralentizar el deterioro cognitivo y las demencias. ¿Es posible? Manuela Rivas, trabajadora social, asegura que sí. Para ello es fundamental un diagnóstico precoz, para comenzar a trabajar con premura para potenciar las funciones preservadas.

Cuentan con un circuito terapéutico propio que utiliza multidispositivos, que se complementan con más de 5.000 ejercicios diferentes con los que cada usuario, en función de sus necesidades, pueda trabajar las funciones de atención, memoria, cálculo, lenguaje, orientación y funciones ejecutivas.

¿Olvidamos cómo organizar nuestra higiéne personal? Un panel de trabajo nos presenta todos los elementos que necesitamos. Cepillo, pasta de dientes, jabón, un peine... Repetir con periodicidad cuál es el orden en que deben usarse es lo que crea un hábito que el usuario retiene y le garantiza conservar su autonomía en las funciones más básicas.

Trabajan estos conceptos en grupo, porque la interactuación social es otro de los factores que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de las personas afectadas por algún tipo de alteración neurológica. «Buscamos una calidad de vida cada vez mayor y mejor, un envejecimiento saludable». Por eso, y a pesar de que ofrecen sesiones individualizadas, en Cognitiva animan a los usuarios a acercarse a las instalaciones y participar en las clases, de 90 minutos de duración, en grupos reducidos.

«Le damos mucha importancia al hábito de socializar. Tener que vestirse para salir a la calle y venir a estas clases, organizar ese desplazamiento y planificar lo que tengan que hacer en casa para poder estar aquí es muy importante para ellos», explica Manuela Rivas.

La estimulación por ordenador es otro de los apartados en los que trabaja Cognitiva. Pantallas táctiles con bolígrafos especiales suponen para los usuarios todo un reto que aporta un plus de autoestima en cuanto se sienten contectados con el mundo de las nuevas tecnologías y la sociedad real.

El centro Cognitiva es uno de los recursos que tienen a su disposición las personas con algún tipo de afección neurológica y al que pueden acceder a través del sistema público aquellos que cuenten con una valoración a través de la Ley de Dependencia.