Un hombre de 31 años muere en Poio tras caer de un patinete al lado de casa

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

cedida

Tiene un golpe en la cabeza y no llevaba casco puesto, según confirmó la policía

13 ene 2020 . Actualizado a las 10:01 h.

Si la distancia entre la vida y la muerte es siempre pequeña, este domingo, en el municipio pontevedrés de Poio fue diminuta. D.C.C., un hombre de 31 años de edad, acababa de salir por la puerta de su casa con un patinete eléctrico y, pocos minutos después, moría a escasos metros de su vivienda tras caerse del vehículo. Será la autopsia la que determine la causa del fallecimiento y la que aclare si sufrió una indisposición previa a la caída o si murió por el golpe. Lo único que señalaban fuentes de la investigación era que tenía una contusión en la cabeza. Se trata del primer muerto en Galicia tras una caída de un patinete eléctrico, un aparato cada vez más utilizado.

Todo ocurrió sobre las 16.15 de este domingo, en Padre Avelino, en la parroquia de Campelo. Se trata de una calle que fue adoquinada hace unos meses y que tiene una cuesta pronunciada. Fuentes policiales indicaron que D.C.C. salió de su casa, situada en la parte de arriba de la calle, y que se dirigía hacia la zona más baja, donde se ubica la lonja y el puerto de Campelo. No avanzó demasiados metros. A los pocos minutos, fuese por una indisposición previa o porque perdió el control del vehículo, cayó al suelo y, cuando lo vio un viandante, permanecía ya desplomado sobre la vía pública.

El peatón que le vio llamó al 112, que envió hasta allí a los medios sanitarios, la Policía Local de Poio, la Guardia Civil y Protección Civil. Efectivos del 061 trataron de reanimarle, pero nada se pudo hacer por salvarle la vida. En Campelo se vivieron entonces escenas de gran dolor porque, como la persona vivía a escasos metros del lugar del suceso, toda su familia salió a la calle para ver qué había ocurrido.

Se envió el cuerpo al instituto anatómico forense para que pueda practicársele la autopsia y se aclaren los motivos del fallecimiento. De todos modos, fuentes policiales indicaban que se seguía tomando declaración a los testigos que vieron al joven tendido en el suelo. Se trataba de descartar que, por ejemplo, no lo hubiese golpeado un vehículo. Prácticamente, se eliminaba esa posibilidad porque los testigos no vieron a ningún coche en ese momento por la zona.

Fuentes policiales indicaban también que el fallecido no llevaba casco. Y que el patinete en el que iba, que entra de los llamados vehículos de movilidad personal, no debería alcanzar más de 25 kilómetros por hora. 

Primera víctima mortal en Galicia

A expensas del resultado de la autopsia, el de ayer fue el primer muerto en patinete en Galicia, donde hasta el momento se habían producido algunos incidentes con estos vehículos, pero ninguno de ellos con resultado mortal. Los patinetes eléctricos si han causado ya al menos seis fallecimientos en el resto de España, tanto de usuarios atropellados por otros vehículos como de peatones arrollados por patinetes. En noviembre del 2018, una mujer de 90 años perdía la vida en la localidad barcelonesa de Esplugas de Llobregat tras ser atropellada por un vehículo de movilidad personal en el que iban dos jóvenes. Hace menos de un mes, una mujer de 82 años moría en Barcelona tres días después de ser atropellada por otro.

Si el de ayer fue el primer fallecido en Galicia por esta causa, no fue sin embargo el primer gallego, puesto que en noviembre del 2018 un joven de Sarria moría en Costa Rica, donde estudiaba, atropellado por un patinete eléctrico.

Aunque el ocurrido este domingo en Poio es el accidente más grave ocurrido hasta el momento en Galicia con un patinete implicado, no es el primero. En A Coruña, una mujer fue arrollada hace algunos meses, y en Pontevedra fue localizada hace algunas semanas una mujer circulando por la autopista con uno de estos vehículos.

Tráfico pretende regular próximamente su uso. Por el momento, ha elaborado una instrucción en la que dice que los patinetes no pueden circular por las aceras y sus usuarios deben llevar casco y no sobrepasar los 25 kilómetros por hora.