Costas adjudica el paseo peatonal de la ría entre Pontevedra y Marín

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La obra, con un plazo de ejecución de nueve meses, discurre paralela a la autovía

04 mar 2020 . Actualizado a las 14:30 h.

El paseo peatonal que enlazará Pontevedra y Marín por la costa empezará a tomar forma este año, una vez que la Dirección General de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, haya adjudicado la obra a la constructora San José. En el anuncio de la adjudicación, se especifica que la obra tiene un plazo de ejecución de nueve meses y su coste, que salió a licitación por algo más de 2,5 millones de euros, será de 1,7 millones, cifra a la que hay que sumar el IVA. San José fue la empresa mejor valorada por la mesa de un total de trece firmas que concurrieron al concurso público el año pasado. Si hubo variaciones en la propuesta económica, no las hubo en la ejecución de los trabajos. Todas proponían nueve meses, que es el período que aparece en el pliego de la licitación.

Con este margen temporal en el horizonte y si se tiene en cuenta la tramitación del contrato y que no haya atrasos por lluvias u otros factores, la conexión peatonal y ciclista entre la capital provincial y la villa portuaria sería una realidad para finales de este año y podría estrenarse en la primera mitad del 2021.

La actuación conectará la pasarela de las mariscadoras que arranca del punto de control de la cofradía en el núcleo de O Cabo hasta las proximidades de las naves de Ence, y el tramo final del paseo de As Corbaceiras, que llega a la rotonda de Mollavao, a la entrada de los dos carriles de la autovía. Precisamente esta obra contempla ocupar durante unos seiscientos metros uno de estos carriles, que por lo tanto se suprime, hasta el vial que sirve de enlace al nudo de Ence, confluencia de viales que regula el tráfico en el entorno sur de la ciudad, la variante de Marín y la conexión con la AP-9.

Anchura adaptada al espacio

Al llegar al inicio del enlace que asciende hacia el nudo de Ence, se aprovechará el trazado de la antigua autovía, al mismo nivel que la actual calzada y que en estos momentos carece de uso, al desviarse el tráfico por el tramo rediseñado de la autovía y el propio nudo. Aquí el paseo llegará a una anchura de cuatro metros y medio.

Al dejar atrás esta confluencia de viales, el paseo peatonal se reducirá a dos metros y medio. En este punto, será necesario habilitar una estructura metálica, a modo de pasarela sobre pilotes hincados en el lecho marino. A esta altura de la ría, no hay otra solución posible porque no hay ningún terreno en desuso ni se puede cortar el doble carril de tráfico en la autovía.

Esta pasarela metálica, que se acometerá siendo lo más respetuosa posible con el banco marisquero, se prolongará por otros 700 metros hasta poder llegar a la actual rampa de bajada del itinerario de las mariscadoras, enlazando con la de madera que procede desde el núcleo de O Cabo. Está por ver si es posible compatibilizar el uso peatonal del paseo con la bicicleta y si se podrá atender en el futuro alguna reivindicación de las mariscadoras, que querían una acceso a la playa.