La incertidumbre de cómo se pueden llevar a cabo pesa sobre Ludoverán y otros campamentos
10 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, en las que abre la posibilidad a que los colegios reabran en septiembre con el 50 % de su capacidad despertó una nueva incógnita en muchas familias. ¿Qué pasará entonces con los campamentos y ludotecas de verano? Esa medida de conciliación familiar que alivia las vacaciones escolares mientras los padres no disfrutan las suyas está este año con más incertidumbres que certezas.
Más de dos mil niños acuden desde finales de junio hasta septiembre a Ludoverán, unas actividades puestas en marcha por la Federación de Asociacións de nais e pais (Fanpa) con financiación del Concello y que se celebran en once sedes de la ciudad, buena parte de ellas en centros educativos. «Entendemos que este año van a ser más necesarias que nunca, pero hay que ver cómo se pueden hacer», explica el presidente de la Fanpa, Rogelio Carballo, que reconoce que a día de hoy todos los escenarios son posibles, incluso que no se organicen, aunque intentarán ofrecer alternativas para que esto no ocurra. El programa de las actividades está elaborado y tan solo pendiente de aprobación, el presupuesto que destina el Concello para estas actividades está sobre la mesa, pero todo está sujeto al estado de alarma y a las medidas de restricción que decrete el estado de alarma.
La fecha prevista de inicio de Ludoverán coincide con el final de la fase 3 y el comienzo de la nueva normalidad, siempre que no haya retrocesos. «A mediados de mayo empezarían las inscripciones, pero no podrá ser por ahora. Contamos con el respaldo del Concello, sabemos las necesidades de las familias, pero queda ver cómo se reajusta y pedir a la Xunta el uso de los colegios», señala Carballo, que como todos los miembros de la Fanpa mira directo al Gobierno para resolver si se podrá o no tener Ludoverán, mientras sigue la incertidumbre sobre la demanda que habrá ante el temor a posibles contagios y si serán necesarias las 2.300 plazas del año pasado.
El concejal de Educación, Tino Fernández, reconoce que «seguramente habrá requisitos nuevos, pero creemos que muchos padres van necesitarlas porque habrá familias que no se podrán coger vacaciones. Nosotros ya desinfectamos los coles y lo volveremos a hacer para las ludotecas». Desde la concejalía de Xuventude trabajan también en readaptar Ponteverán para hacer más viable su realización. «Non nos pechamos a nada, incluso pensamos en formatos de Internet e en realizalos con medidas de seguridad e restricción», explica Alberto Oubiña, concejal de Xuventude.
En una situación similar están en la Diputación con los campamentos de A Lanzada y los de Príncipe Felipe. Estos últimos están suspendidos y ni siquiera llegaron a salir las convocatorias, mientras Depoaventura tiene ya las inscripciones, pero están pendientes de que se formalicen a la espera de readaptarse, si es que se puede, con restricciones. Los niños conviven en tiendas de campaña durante más de una semana. Por tanto, la Diputación estudia la posibilidad de remodelar el presupuesto y destinar una parte a los concellos de la provincia para que puedan reforzar las aulas de campamentos.