La edad de oro del cómic pontevedrés

Alfredo López Penide
López PEnide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Por primera vez, los autores consideran que existe un relevo generacional

16 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El premio Eisner recibido hace escasas semanas por la vilagarciana Emma Ríos a la mejor portada por Bella muerte. La rata no es un hecho puntual en una provincia que parece estar viviendo una suerte de edad del oro del cómic. «Realmente, o que está acontecendo non só na cidade, senón na provincia, é que estamos a recoller os froitos que se sementaron cando isto era un erial», señala Kiko da Silva, artista multifacético, guionista, dibujante y director de O Garaxe Hermético, toda una cantera de nuevos talentos y creadores. Da Silva recordó que cuando dio sus primeros pasos de manera profesional en la banda diseñada, allá por principios de siglo, no existía una profesionalización del sector: «Calquera persoa que se quixera adicar a isto, empezaba a cegas».

En la actualidad, no es que exista una cimentación, es que se ha logrado «que entre xeracións non queden baleiros. Á xeración miña da de Fernando Iglesias ou da de Zamora Capeáns sepárannos dez anos, pero é que entre a deles e a de Miguelanxo Prado son outros dez, sen ninguén polo medio. Agora coa formación iso non acontece. É moito máis fácil que exista unha industria de BD galega». De hecho, grandes editoriales, caso de Galaxia o Xerais, han puesto el ojo en el mundo del cómic apostando por proyectos como el del pontevedrés Adrián Morgade, Xinfu na maldición guauchuky.

Esta profesionalización se encuentra, también, en el hecho de que acaba de ver la luz la segunda obra ambientada en el mundo del wargame Infinity, de la firma buenense Corvus Belli. Infinity Betrayal es obra del guionista Víctor Santos, en cuyo currículo se cuenta una nominación al premio Eisner en el 2019 por su novela gráfica Bad girls, media docenas de premios del salón del cómic de Barcelona y el hecho de que Netflix hubiera adaptado Polar a la pequeña pantalla, y del dibujante argentino Agustín Graham Nakamura.

Se trata de una «historia de intriga política militar, donde nada es lo que parecer», reseñan desde Corvus Belli, donde una agente imperial «pondrá a prueba las lealtades de sus compañeros... Y de la propia nación a la que ha jurado servir». «Lo normal sería decir que mantener equilibrio entre lo que los autores querían contar y lo que nuestro canon de trasfondo permite -explica Belén Montero cuando alude a las mayores dificultades de sacar adelante esta obra-, pero en realidad esta parte fue bastante sencilla, yo creo. En la parte que más sufrí fue en la rotulación, ya que en esta ocasión tenía no solo que trasladar los textos a los globos de los diálogos, sino que tenía que integrar los propios globos y las onomatopeyas».

El resultado es una novela gráfica integrada en la continuidad del juego de Corvus Belli en la que se narra «una historia autoconclusiva», por lo que, «no tiene, a priori, visos de continuidad. Aunque a través de los manuales de Infinity, podemos saber que les ha deparado a algunos de los protagonistas».

De igual modo, es reseñable la tercera edición alcanzada por el álbum 1921: el Rif, de la editorial Cascaborra Ediciones y que cuenta con guion de Javier Yuste. Oriundo de Guernica, lleva años asentado en Pontevedra, ciudad en la que ha escrito numerosos libros y ensayos, así como ha guionizado este cómic y 1898: Cuba. La nueva edición del álbum centrado en la batalla del Rif «contará con una tirada de mil ejemplares, lo cual no es poca cosa en el mundo de la banda diseñada y tal y como están las cosas», destaca al respecto.

La respuesta del público a esta historia ha sido muy buena situando este título «entre los más vendidos de la colección Historia de España en Viñetas».

Yuste tiene varios proyectos encima de la mesa. Uno de los más esperados es la publicación de «la primera entrega de la novela Cienfuegos, de Alberto Vázquez-Figueroa, que guionicé en su momento y cuya transición a imágenes está a cargo del gran José Aguilar», mientras que desde Cascaborra le han encargado un nuevo trabajo «sin abandonar mucho el paisaje conocido». De este modo, estaría centrado en el desembarco de Alhucemas de 1925, «aunque todo esto del covid-19 lo ha paralizado, lo cual se suma a que estoy en lo más hondo del seno de una ola de creatividad. Por ahora, estoy tratando de obligarme a empezar algo y terminarlo, no a dejarlo a medias, como tantas historias que tengo en el cajón».

Los Premios Provinciais á Xuventude vuelven a reconocer la banda diseñada

«É moi significativo que a Deputación engadise nos Premios Provinciais á Xuventude a categoría de banda deseñada. Están atentos ao que está a acontecer na provincia». Con estas palabras, Kiko da Silva destacó el papel que determinadas Administraciones pueden jugar a la hora de apoyar al mundo del cómic.

Fue el pasado año, en el marco de la tercera edición de estos premios cuando la Diputación Provincial de Pontevedra accedió a incluir en el ámbito de la literatura, que hasta entonces había estado restringido a las categorías de narrativa y poesía, a la banda diseñada. Esta misma postura se mantiene en la cuarta edición de estos galardones, cuyas bases ya salieron publicadas hace algunos meses.

Pero el apoyo que la Diputación brinda a este sector no se detiene en estos reconocimientos anuales, de tal modo que es hasta cierto punto habitual que edite cómics, como en breve ocurrirá con Infiniteca. De igual modo, días atrás, desde la Administración provincial reseñaron que este viernes se cerró el plazo de presentación de solicitudes de subvención para editar libros y audiovisuales en gallego sobre la provincia, una iniciativa que incluye el cómic, ya sea en su vertiente de ficción como de no ficción.

Alumnos de O Garaxe Hermético reactualizan a Gaspariño, el icónico personaje de Xaquín Marín 

Hablar de cómic en Pontevedra es hablar de O Garaxe Hermético, la primera escuela profesional de de Galicia. En sus aulas se forman autores como Sergio Sink, recientemente finalista en el Concurso Internacional de Escuelas de Cómic y Manga 2020, mientras que, a lo largo de este año, han sobresalido Anémona de Río con A proba da auga y Pablo Prado con O derradeiro libro de Emma Olsen, así como está ya en el horno Infiniteca, selección de historias realizadas por alumnos que publicará la Diputación.

De igual modo, «estamos pechando a que será a gran sorpresa do 2021 -desvela Kiko da Silva-, que foi o libro que se fixo durante o confinamento. É unha homenaxe a Xaquín Marín que fan os alumnos con outros autores, de feito, a capa vai ser de Miguelanxo Prado». Con Gaspariño 21 se rinde tributo «ao que consideramos como o primeiro personaxe seriado de banda deseñada galega. Para nós, é a nosa Mafalda».

Es una obra que busca reactualizar al icónico personaje, de tal modo que «os guións son os orixinais de Xaquín e os alumnos o que fixeron foi traelo a nivel visual e narrativo aos nosos días. Trátase de demostrar a vixencia daquelas tiras dos anos 70. Poderíanse publicar hoxe en día».

Kiko da Silva, que este año ha visto como se traducía al gallego Aprende banda deseñada con Fiz, está detrás de un «libro que ía saír este ano pero polo covid tiven que retrasalo. É unha novela gráfica que fixo un alumno que rematou hai uns anos e que se chama Miguel Rojo. Traballa nunha gasolineira e fixo unha novela gráfica na que Pontevedra é o lugar protagonista. É sobre un autor de cómic que, curiosamente, traballa nunha gasolineira. Creo que é unha maneira de reivindicar o propio, reivindicar a cidade como lugar onde poden pasar miles de historias».

Cuando el cómic trasciende el papel y se transforma en elemento docente para una unidad militar 

Ceñirse a un determinado período de la historia de España es complicado y requiere, tanto para el guionista como el dibujante, de horas de documentación y estudio para que lo que se plasme en viñetas o se diga no resulte anacrónico. La cuestión se complica cuando se va al detalle, cuando se centra uno en un episodio muy concreto, momento en el que los autores deben escarbar en la intrahistoria, definir personajes a partir de datos escuetos o, incluso, llegado el caso, inventarlos, y recrear supuestos diálogos en base a cualquier fuente documental que tengan a mano. Y todo, sin perder de vista la verosimilitud, que lo que se acabe narrando sea veraz.

Esta labor, en ocasiones, redunda, en que el cómic trascienda lo que es el ámbito de las viñetas para alcanzar otros reconocimientos. Es lo que ha ocurrido con 1921: el Rif, en el que se recrea no solo la histórica carga que protagonizó el Regimiento de Cazadores de Alcántara nº 14 de Caballería, sino buena parte de cómo se llegó al desastre de Annual, así como se dejan retazos de sus consecuencias posteriores.

Tal es el realismo alcanzado por Javier Yuste y Antonio Gil que «el cómic ha sido adoptado por el actual Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara nº 10 como elemento docente para la instrucción de los nuevos reclutas», destaca Yuste.