«Tengo un parque de bolas que habilito para ofrecer una alternativa a la falta de comedor»
PONTEVEDRA

Erika Sánchez, responsable de Flipo Park, ya tiene reservas de media docena de familias para su propuesta
04 sep 2020 . Actualizado a las 07:49 h.Erika Sánchez reabrió su parque de bolas Flipo Park el pasado 1 de septiembre tras seis meses sin actividad. Después de darle varias vueltas a la situación aunó su experiencia como empresaria y sus necesidades como madre para poner en marcha una alternativa a los comedores. «Ofrezco este servicio a las familias del colegio Froebel para intentar dar una solución en un momento complicado. Nos lo planteamos porque lo tenemos al lado», explica Sánchez, que recalca que no pretende ser competencia al servicio de comedores.
Desde su local de la calle Echegaray se puso en contacto con el Anpa del centro para informarles de sus planes y aunque ha recibido alguna crítica, ella mantiene en pie su servicio. «Tengo reservas de seis familias y muchas más anotadas esperando saber qué va a pasar con el comedor del cole. Las mamás y papás están llamando desesperados para encontrar una solución», apunta.
Ha estudiado cómo dar el servicio y ya lo tiene claro. El que se acoja al plan madruga podrá hacerlo desde las 7.30 de la mañana y en Flipo Park le darán el desayuno, si los padres lo contratan, y las monitoras acercarán a los niños a clase a la hora de entrada. En ese momento, el personal de Flipo Park recogerá en la entrada del cole el tupper de la comida de cada niño y lo llevará en una nevera hasta el parque de bolas. «Al niño le daremos la comida que sus padres le han preparado y lo único que añadimos es la bebida. Se la calentamos y podrán estar entre las dos y las cuatro y media de la tarde», añade Sánchez, que traerá al mediodía a los niños desde el cole al local.
Desde la Federación de Anpas cuestionan este servicio, que no creen que cumpla las exigencias de calidad que tiene el comedor escolar. La responsable del Flipo Park asegura que ella tiene la documentación en regla y una licencia que le permite ofrecer este servicio, como cuando atiende la cafetería en los cumpleaños. «Una nutricionista me elaboró el menú de desayunos, pero la comida será el tupper que mande la familia. Es un servicio parche hasta que se solucione el conflicto de los comedores», añade Erika Sánchez, que aunque se arregle todo y el día 10 estén en funcionamiento en todos los centros, ella lo mantendrá, al menos, durante ese mes por 70 euros y 65 para los socios del Anpa.