El parque forestal, en ejecución, enseña ya las que serán sus señas de identidad
09 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.No era el mejor día para disfrutar de las vistas pues unas nubes bajas cubrían este jueves por casi por completo la ciudad, pero no por ello la visita al Outeiro Navío resultó menos espectacular. A 420 metros de altura sobre el nivel del mar, este punto marca la entrada al parque forestal de A Fracha, un espacio natural de 406 hectáreas que contará con más de 25 kilómetros de sendas. Y a esa altura, A Fracha tiene a Pontevedra, literalmente, a sus pies.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), visitó la zona acompañado de representantes de la empresa Elsamex, que ejecuta los trabajos, y de las tres comunidades de montes que cedieron terrenos para el parque forestal: Marcón (110,72 hectáreas), A Canicouva (258,40) y Tomeza (36,88). La previsión es que antes del próximo verano estén rematados los trabajos de acondicionamiento de este parque forestal, que se unirá a los de Pontillón de Castro y A Tomba para crear una red de espacios naturales acondicionados a escasos kilómetros del casco urbano.
Lores recordó ayer que estos parques son fruto de los incendios que asolaron Galicia en el verano del 2006. Tras aquella catástrofe el Concello de Pontevedra tomó la decisión de destinar dinero público a poner en valor los espacios forestales del municipio. Primero fue el plan Monte Vivo, y posteriormente el diseño de parques forestales periurbanos con la idea, subrayó el alcalde, de «facer un aproveitamento forestal con especies propias e con usos diversificados do monte, pero ao mesmo tempo que teña un uso social para que todos os veciños poidan achegarse a gozar de espazos naturais a unha distancia de 4 ou 5 kilómetros da cidade».
En A Fracha, por ejemplo, se acomete la plantación de varias decenas de miles de nuevos árboles. En Outeiro Navío, la zona visitada ayer, se plantarán 200 carballos, 50 castaños y 30 catalpas. El área de descanso prevista en Tomeza, A Rega Pireira, se repoblará con 70 carballos, 20 castaños, ocho catalpas y 30 abedules. Y la de A Canicouva, el Coto das Forcadas, con 60 nuevos carballos, 20 castaños y tres catalpas.
Además, se reforestará con carballos más superficie destinada a «usos productivos». En ocho hectáreas en la parroquia de Marcón se plantarán 3.340 ejemplares; en 6,5 hectáreas en Tomeza irán 1.950 árboles; y una superficie de 3,5 hectáreas en A Canicouva, con 700 carballos. A mayores, el proyecto incluye la reforestación de otras 40 hectáreas actualmente invadidas por acacias en los entornos de regatos.
Al mismo tiempo, se trabaja en la habilitación de sendas que cruzarán el parque, incluida una circular de once kilómetros apta para ser recorrida en bicicleta.
Una vez que remate el acondicionamiento del parque, el Concello prevé sacar un contrato de 80.000 euros anuales para su mantenimiento.