Celso Bugallo: «Empecé a actuar en un grupo aficionado»

alex g.f. / ch. c. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El ganador de un Goya habla sobre su trayectoria profesional con pasión y buenos recuerdos

30 ago 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

«Mi infancia fue una infancia normal. Fue socialmente comprometida porque estábamos viviendo los efectos de la Guerra Civil. Realmente había mucha insuficiencia de todo, pero nosotros seguíamos jugando igual en la calle y los caminos», empieza relatando Celso Bugallo (Vilalonga, 1947). Este actor, reconocido en el panorama del cine español, cuenta que de pequeño era un niño al que le gustaba jugar con la pelota y que soñaba con ser futbolista.

Celso recuerda que su introducción al mundo del teatro fue un poco por casualidad. «Empecé a hacer teatro en mi juventud, en la ciudad de Logroño. Yo quería ser futbolista, pero no tuve mucha suerte con eso, entonces hubo un tiempo en el que estuve un poquito perdido». «Fue una amiga de mi familia, una de mis vecinas, la que al verme un poco perdido por la vida me propuso ir con ella a unas clases de teatro. Y a partir de ahí me comprometí con el grupo», explica Bugallo.

En Logroño fue donde el actor empezó su carrera teatral ya que aquí fue miembro de grupos independientes. Fue en 1976 cuando ganó su primer premio. Con el grupo que dirigía y que había fundado, el JUBY (Juventud Unida del Barrio de Yagüe), Celso Bugallo ganó el Premio Nacional de Comedias de Teatro por la obra El retablo del flautista de Jordi Teixidor Martínez. Así, Bugallo se dedicó durante muchos años al teatro, ya que fue a los 52 años cuando debutó en el cine a las órdenes de Jose Luis Cuerda con La lengua de las mariposas. «La diferencia entre el teatro y el cine es puramente instrumental. Pero en esencia el trabajo es el mismo», dice el actor. «Hay que memorizar un texto y luego actuarlo, eso es así tanto en el cine, la televisión y el teatro».

Y es que aunque a lo largo de su carrera Celso Bugallo tocó todos los palos del mundo de la actuación, él cuenta que tiene una preferencia clara: «El teatro es de las cosas que más llama mi atención desde el punto de vista de mi oficio. Pero siempre he tenido que atender a la demanda de trabajo». Y es que el actor cuenta que en este mundo, «un día te pueden llamar para televisión, como te pueden llamar para el teatro o el cine. Entonces estás un poquito pendiente de eso. No es lo que te guste más o lo que te guste menos. Es lo que te venga, y bendito sea».

Es en el cine donde este pontevedrés ha desenvuelto su trabajo los últimos años. Desde su debut en la gran pantalla en 1999, Celso Bugallo ha probado ser uno de los actores secundarios más talentosos, no solo a nivel Galicia, sino que su trabajo es reconocido a nivel nacional. De su debut habla con cariño y añoranza, «Lo viví con un entusiasmo tremendo. Con mucha sorpresa también porque no contaba con el éxito que tuvo y tampoco contaba con que fuera a ser el principio de una carrera en el cine». De su trayectoria en la gran pantalla dice que no se la esperaba. «Fue todo producto de la suerte y de la fortuna. Las cosas fueron viniendo de acuerdo a que los directores veían mi trabajo en el cine»

El filme del 2002 de Fernando León de Aranoa, Los lunes al sol, es uno de los primeros títulos en los que trabajó Bugallo. «Fue un trabajo que disfruté muchísimo, muy interesante y muy bonito. Fue muy complicado también. Me entusiasmaba realmente», recuerda el actor. También recuerda con cariño el trabajo que hizo en el teatro. «Cuando estuve en el Centro Dramático Nacional e hice Mujeres soñaron caballos. Fue un trabajo en el que estuve muy metido y que disfruté muchísimo», recuerda Celso Bugallo.

Pero sin duda uno de los momentos más destacados de la carrera de este actor pontevedrés vino gracias a la película del 2004 de Alejandro Amenábar, Mar adentro. Y es que su trabajo en este filme le valió el reconocimiento de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y el premio Goya a la mejor interpretación masculina. «Me sentó fenomenal. El rodaje de la película fue entusiasmante. El papel de un personaje vivo que fue un reto y en el que me involucré mucho». Celso Bugallo cuenta que no se esperaba conseguir ganar el Goya. «Todos los que participamos en la película fuimos a la gala y estábamos disfrutando la experiencia. Fue un día maravilloso».

Y es que el actor tiene a sus espaldas decenas de títulos que hacen que su trayectoria actoral sea una para los libros. Celso define su carrera como «una sucesión de oportunidades que vinieron sonriendo, poquito a poco, y que determinaban los retos que tuve que afrontar. Creo que la fortuna me sonrió y he tenido mucha suerte y valentía para afrontar trabajos de tremenda responsabilidad». De el futuro, Celso Bugallo solo sabe que es incierto. «Espero a que me salga un trabajo en octubre, pero no sabemos si podremos empezar a grabar. Depende de cómo esté la situación. Y por lo demás, pues nada, quiero seguir en esta vida y vivirla lo mejor posible».