La ejecución de un fallo desfavorable a Ence se retrasaría si hay reubicación

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ministerio y Concello pactan no instar el cierre inmediato de la fábrica vinculado a un proyecto firme de traslado

11 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi todo en la segunda mesa de negociación de Ence giró ayer en torno a la decisión que pueda adoptar el Tribunal Supremo ante el recurso en casación anunciado por la empresa a la sentencia de la Audiencia Nacional que anuló la prórroga de la concesión de Costas en Lourizán. Tras una reunión de más de dos horas, a la que asistió representación de todas las partes, aunque no estuvieron ni la ministra Teresa Ribera, ni el presidente de Ence, Ignacio de Colmenares, se fueron despejando algunos asuntos, que se plasmaron en declaraciones públicas.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, lo explicó de la siguiente manera. Si el Supremo revocase la anulación de la prórroga, todo quedaría como estaba antes de la sentencia y Ence tendría en vigor su concesión. No obstante, Morán cree que las decisiones de la Justicia sobre situaciones parecidas confirmarán la posición de la Audiencia Nacional. Desde la Administración estatal, así como desde el Concello de Pontevedra -uno de los tres recurrentes junto con Greenpeace y la APDR- se atendió una de las peticiones de los trabajadores, en el caso de que el Supremo sí ratificase la sentencia de la Audiencia Nacional. Ni Madrid ni el Concello de Pontevedra instarán la ejecución inmediata de la resolución, dando un margen de tiempo -«prudencial», sostuvo el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores- para que no se paralizase la producción mientras la compañía pusiese en marcha el traslado. En otras palabras, no se instaría el cierre inmediato de Lourizán siempre que Ence impulsase un proyecto serio de reubicación. «La voluntad que ha manifestado el alcalde es no instar una ejecución inmediata de la sentencia sino que sea posible habilitar un procedimiento para la ejecución de la misma que vaya vinculado a un compromiso de ubicación», apuntó Morán. Devuelven así la pelota a la cancha de la pastera.

Los trabajadores se mostraron satisfechos con este asunto y así lo expusieron al comparecer ante la prensa al término de la reunión. Eso sí, admiten que tendrán que convencer a Ence. «Agora o que temos que buscar é o compromiso da empresa para que manteña a produción mentres non teñamos esa solución», indicó el presidente del comité de la fábrica, José Antonio Lafuente.

Sin embargo y hasta el momento, Ence no acaba de ver esa reubicación y está dispuesta a jugárselo todo a la carta judicial. La razón, según indicó el director territorial de Ence en Galicia, Antonio Casal, tanto antes como al salir del encuentro, es que en Galicia no hay alternativa donde ubicar otra fábrica como la de Pontevedra. Se basa en un informe técnico «moi completo» que analizó 441 áreas industriales en las cuatro provincias y concluyó de las siete que tenían alguna posibilidad tampoco son válidas porque solo cumplen parcialmente los requisitos necesarios para albergar una pastera.

Esta conclusión, según indicó Casal, «non é un capricho, é unha cuestión absolutamente técnica». Ence «non atopa» esos terrenos que cumplan los requisitos imprescindibles. Sin opción alternativa, la única que quedaría, si el Supremo falla contra la empresa, es el cierre de su factoría de Lourizán.

Desde el Estado, Morán se mostró muy escéptico con esta explicación. «No es posible que en todo el suelo de Galicia no haya una parcela viable para la ubicación de una pastera fuera del dominio público marítimo terrestre». A Lores tampoco le convence esta explicación. Recordó que si en Galicia puede ubicarse una planta de viscosa a partir de la madera, también se podrá encontrar un lugar para una pastera. Lo que tiene claro el regidor es que no puede seguir en Pontevedra.

Por último, el conselleiro de Industria, Francisco Conde, dijo que la «única alternativa» que da el Gobierno central es «unha situación de bloqueo que simplemente levaría a Ence ao seu peche». Conde insistió en que, vistos el informe técnico, la Xunta apoya que la fábrica de Lourizán siga abierta y reclamó a Madrid y a Pontevedra «que outorguen seguridade xurídica á planta de Lourizán, unha industria clave para a competitividade dos sectores forestal e loxístico en Galicia».

Sin cambios legales para dar encaje jurídico a la fábrica

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se encargó de echar un jarro de agua fría a las pretensiones de la Xunta de que se busque un encaje jurídico o legal, que permita sortear la anulación de la prórroga de Ence en Lourizán. El dirigente estatal indicó que en la reunión de la mesa se le expuso la posibilidad de encontrar una vía administrativa que permitiese salvar la ejecución de la sentencia aún en el caso de que el Supremo la ratificase. Morán fue contundente: «Lo que hemos trasladado es que conviene dejar claro que no hay posibilidad o atisbo de que esto sea viable». El dirigente estatal apeló a «sobradas sentencias» del Tribunal Constitucional, que «dejan meridianamente claro» que «mediante una modificación legislativa del alcance que sea no es posible burlar la ejecución de una sentencia firme».

Morán adelantó: «Abrir una expectativa de que podría haber algún tipo de recurso a una modificación legislativa o algún procedimiento administrativo que permitiese burlar la sentencia última no es viable y a lo único que nos conduciría sería a generar expectativas condenadas a la frustración».

Puerto de Marín

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Marín, organismo adscrito a Puertos del Estado, votó por mayoría el jueves a personarse en el recurso ante el Supremo en defensa de la revocación de la sentencia de la Audiencia Nacional y defendiendo la continuidad de Ence en Lourizán. Alega el puerto que la pasta de papel de la fábrica es un tráfico «estratégico» para su actividad al suponer el 20 % de su movimiento actual.

En esa votación ganó el sí al recurso del Supremo, pero no contó con el respaldo de los vocales del Estado, según desveló Morán. «El consejo de la Autoridad Portuaria tiene una composición concreta y tiene su capacidad de toma de decisiones en los asuntos que entiende que le concierne». Los vocales estatales, apuntó Morán, «se opusieron a ese criterio [personarse en defensa de la prórroga], pero la mayoría decidió lo contrario y así funciona la democracia».

Una movilización sin indicentes: consignas, petardos y papel higiénico al aire

Unos doscientos trabajadores de Ence se concentraron ayer por la mañana ante la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra. Después de un verano caliente, con cortes de carreteras con neumáticos ardiendo o el intento de un grupo de retrasar el comienzo de La Vuelta en Sanxenxo hace siete días, la protesta de ayer fue tranquila. De hecho, los manifestantes no esperaron siquiera a la salida del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, del edificio. A las dos de la tarde, el cordón de agentes de la Policía Nacional que había hecho un pasillo de seguridad preventivo en la Praza de España se disolvió ante la ausencia de personas a las que vigilar, más allá de algún curioso turista que se preguntaba qué hacían allí tantos policías y por qué el suelo estaba lleno de papel higiénico. Fue precisamente el lanzamiento de rollos de papel, que quedaron colgados de los árboles cual luces de Navidad, u ocupando escaleras y suelo frente a la fachada, la única cosa que evidenciaba la concentración que durante más de dos horas tuvo lugar en este ámbito.

La reunión de la mesa estaba convocada para las once de la mañana. Tiempo antes ya se había congregado un nutrido número de trabajadores, con sus chalecos amarillos donde se podía leer «Ence sí» y el lazo verde con el que muestran su luto por la posible marcha de la fábrica de Lourizán. Frente a la Subdelegación, un cordón policial y en uno de los costados también un buen número de medios.

La entrada de los integrantes de la mesa fue tranquila. A la llegada del conselleiro de Industria, Francisco Conde, hubo aplausos por parte de algunos de los concentrados. A Conde también lo esperaban varios afectados de la urbanización de Combarro amenazada de derribo por la APLU. Le entregaron un escrito con sus peticiones al conselleiro. Después se fueron a la Alameda y se pusieron alrededor de una mesa. Explicaron que como no había ninguna convocatoria para ellos en la Subdelegación, habían decidido montar su propia mesa para hacerse ver, con sus camisas amarillas. También había algunos afectados de Cangas.

Durante la reunión, la concentración de trabajadores de Ence discurrió tranquila. Las consignas se escucharon a la salida de los comités de empresa. Los petardos fueron intermitentes a lo largo de la mañana, pero no excesivos. Está por ver qué pasará en la siguiente movilización.