«Este remo tiene una parte social y psicológica. Unas tiran de otras»

PONTEVEDRA













Pasaron o tienen cáncer de mama. Forman el primer equipo de dragon boat de Pontevedra con esta patología
19 may 2022 . Actualizado a las 12:17 h.Imposible no contagiarse de su vitalidad, su complicidad y sus ganas de vivir. Forman el primer equipo de dragon boat —una modalidad de remo milenaria en China— que funciona en Pontevedra y que está integrado por mujeres que han pasado o están atravesando un cáncer de mama. El conjunto se echó al agua hace poco más de mes y medio gracias a una iniciativa de la Escuela de Piragüismo Ciudad de Pontevedra y la Asociación de Diagnosticad@s de Cancro de Mama e Xinecolóxico (Adicam).
Es jueves y pasan unos minutos de las nueve de la noche. El dragon boat llega al pantalán de As Corbaceiras, donde el club tiene su sede. Acaba un entrenamiento, de momento semanal, y queda por delante subir el barco a la plataforma y estirar. Tanto Jeni Casal, la entrenadora de estas mujeres, como María Martínez, trabajadora social de Adicam, cuentan que hay evidencia científica de que el remo adaptado mejora el linfedema —inflamación de los tejidos— y es una práctica efectiva para no desarrollarlo.
En el equipo hay quien ha superado el cáncer de mama y quien se encuentra en tratamiento con quimioterapia. Combatiendo la enfermedad están Helena Fernández e Isa Millán. Helena, que trabajó como vigilante en una residencia, nunca había hecho deporte, más allá de caminar. Isa, exmilitar, sí. A ambas les ha unido algo mucho más fuerte que el cáncer. Isa lleva un mes en el equipo y Helena dos semanas. «El remo te da fuerza física y cuanto más fuerte esté tu cuerpo mejor. Aquí estamos todas juntas», dicen casi a la vez. Las dos bromean con que están calvas y muestran sus cabezas. Helena lleva dos operaciones e Isa está en mitad del tratamiento y le falta la operación. En el caso de Isa, dice que le descubrieron prontito el cáncer gracias a la vacuna contra el covid, que «hizo que me saliera un bulto que estaba ahí. Así que hay que vacunarse».
Para ellas es importante remar junto a otras compañeras que han superado el tumor. Hacen piña y aprenden cada día. La hora y media de entreno es una terapia donde el cáncer no tiene cabida. Antes y después hablan y cuesta que se vayan a casa. Mientras Helena e Isa cuentan sus sensaciones tras salir del agua, el resto está haciendo unos ejercicios para estirar delante de la nave. Son Ángeles Barros, María del Carmen Buceta, Chus Torres, Rosa María Danta, Isabel Lema (Xela), Raquel Juncal, Maite Nuevo y Carmen Cernadas. Este jueves no pudieron asistir Charo Rodríguez e Isa Bernárdez. Junto a ellas, en un papel fundamental, están la fisioterapeuta Yoana González y la entrenadora Jeni Casal.
Restricciones y efectos
Yoana lleva tiempo colaborando con Adicam y trabaja en la unidad de fisioterapia de la facultad. Explica que a las mujeres que se atreven con el dragon boat se les hace una valoración: «Son pacientes con restricciones y efectos secundarios y estudiamos cómo adaptar el remo. Esta práctica es buena para el brazo, pero también para el core». Jeni comenta que es entrenadora también de un equipo mixto de dragon boat. Recuerda que hace dos años surgió la idea de crear otro para supervivientes de cáncer de mama. Aquello se paró por la pandemia y el pasado octubre se retomó. «Xela probó con el mixto, y empezamos». Admite que al principio tuvo algunas dudas, pero hoy son todo cosas positivas. «Yo no soy fisio, ni oncóloga. Puedo adaptar los entrenos a ellas, pero la verdad es que esto tiene una parte social y psicológica que ayuda mucho. Unas tiran de otras».
Para participar solo se requiere saber nadar, aunque es muy difícil que el barco vuelque. En el dragon boat van doce mujeres, aunque diez reman, sentadas y por un lado. Otra lleva el ritmo con el tambor, y otra es la timonel, que dirige. Jeni se encarga de esta función. En los entrenos reman, de momento, hasta más allá del puente de Os Tirantes, con varios descansos. Van y vuelven. No es obligatorio competir, pero las integrantes del equipo están «supermotivadas». No se descarta hacerlo el próximo junio en el embalse de Pontillón de Castro en el Campeonato de España 500 metros en su categoría específica, la BCS (Breast Cancer Survival). Isa Millán es de las que sí cree que podrán hacerlo.
Carmen Cernadas solo tiene palabras de agradecimiento para la Escuela de Piragüismo Ciudad de Pontevedra. Bien alto reclama a Administraciones públicas y empresas que respalden al club mejorando sus instalaciones y ampliando su flota de dragon boat. Hay barcos de 12 y de 22 tripulantes. «Hacen un trabajo encomiable y necesitan apoyo. Déjalo claro». Ahí queda para quien quiera recoger el guante.