Finales de junio, fecha de remate de las obras de la estación de buses

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez pone fecha al remate de las obras de reforma integral de la estación de autobuses de Pontevedra: «A última data que me dan é finais do xuño. Espero que nesa data ou como moito nos primeiros días de xuño, poidamos poñer a instalación a disposición dos usuarios. Toco madeira. Estamos na recta final desta inversión tan importante para Pontevedra. Xa queda moi pouquiño».

Vázquez hizo el anuncio en RadioVoz (93.1 FM), en el programa Voces de Pontevedra y Vigo que presenta Bibiana Vilaverde. La conselleira no ocultó las complicaciones que sufrió esta obra, que padeció de forma especial la crisis de los suministros provocada por la pandemia y la huelga de transportes, que afectó a la recepción de material. La obra llegó a estar paralizada durante varias semanas. Tanto es así que inicialmente se preveía el remate para principios del 2021 y los trabajos se demoraron mas de un año. «Lamento o retraso e pido desculpas aos usuarios e a todos os pontevedreses. Agora xa está todo resolto, e podo afirmar que o remate da obra é cuestión de semanas», afirmó este jueves Ethel Vázquez.

La reforma de la estación de autobuses es uno de los grandes proyectos que tiene en marcha la Xunta en la ciudad de Pontevedra, y en todas las visitas que se realizaron, tanto la conselleira como el alcalde la señalaron como ejemplo de colaboración entre la Administración autonómica y el Concello. Los trabajos, que se iniciaron poco antes del confinamiento, se adjudicaron por cerca de seis millones de euros, de los que la Xunta aporta el 75 % y el Ayuntamiento, el resto.

La actuación se dividió en dos partes, con dos empresas adjudicatarias. La primera, ya concluida, fue en el exterior del recinto. Se llevó a cabo una reordenación del espacio frente a la estación, que se hizo siguiendo el criterio del Concello, creando una gran plaza peatonal en pavimento de adoquín donde antes había una bolsa de aparcamiento de vehículos que en muchos casos no se movían en semanas.

La plaza peatonal se elevó con respecto a la cota original con el fin de que la conexión con la vecina estación de trenes sea completamente accesible. Incluso se creó una marquesina para que el trayecto a pie entre ambas estaciones se haga, al menos en parte, a cubierto de la lluvia.

«Estamos a crear —apuntó Vázquez en una visita a las obras en septiembre del año pasado— un gran centro de transporte público mediante unha completa remodelación da estación de autobuses e coa optimización da súa conexión coa terminal de ferrocarril para facilitar un intercambio áxil e seguro entre o tren e o autocar e viceversa».

Reordenación del tráfico

Asimismo, se llevó a cabo una reordenación del tráfico de entrada y salida de los autobuses, eliminando los carriles de acceso que había anteriormente a ambos lados de la fachada principal. Hoy la entrada y salida a las dársenas se realiza a través de un puente de uso exclusivo de autobuses que comunica la avenida de Josefina Arruti con la estación. Ese puente era una vieja aspiración del Concello para liberar de tráfico la avenida de la Estación, y tras muchos años de negativa por parte e la Xunta, se logró que se incluyera en este proyecto.

La tercera pata de la reforma exterior de la estación afecta al río Gafos, que quedó liberado de la cubierta que suponía el carril de salida de los autobuses que desembocaba en Josefina Arruti. El proyecto de reforma de la estación implica la rehabilitación medioambiental de este tramo del Gafos y su conexión con el paseo fluvial, que se esta manera tiene continuidad hacia el sur del casco urbano a través de una nueva pasarela.

Una microchapa de acero blanco recubre el exterior del edificio a modo de «segunda piel»

La radical transformación del exterior de la estación de autobuses de Pontevedra es lo que más llama la atención de la obra de rehabilitación integral de la instalación, pero lo cierto es que la mitad de la inversión de destina a mejoras en el propio edificio, que también experimenta un cambio de imagen que era más que necesario, pues se había quedado algo anticuado.

El proyecto hablaba de «modificación funcional e estética» de la estación, incluyendo la renovación de la fachada, cubierta e interiores, procurando «a mellora das instalacións e aforro enerxético». Desde el punto de vista funcional, las obras incluyeron la reforma del vestíbulo, que ahora es más amplio y cuenta con luz natural. Además, se eliminaron los locales comerciales que había en el interior del inmueble y que nunca llegaron a funcionar. De esta manera se permite dar más amplitud al espacio que utilizan los usuarios. En esta zona predomina la madera.

También se reformó de la zona de dársenas, donde los pasajeros podrán esperar los autobuses a resguardo de la lluvia.

Diseño original de la cubierta

En la parte exterior del edificio el proyecto incluyó la mejora del sistema de aislamiento de las fachadas, instalando una «a modo de segunda pel, unha base de chapa microperforada de aceiro en cor branco para ofrecer un aspecto exterior unitario». También se cambiaron las ventanas, mejorándose el aislamiento.

Por último, el proyecto incluyó la renovación de la cubierta, recuperando el diseño original. Es decir, que se eliminó la cubierta de chapa que era un añadido posterior.

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