La marea roja vuelve a cerrar los bancos de la ría de Pontevedra a los 7 días de reabrirlos

Marcos Gago Otero
M. Gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los mariscadores de a flote en la ría de Pontevedra volverán al trabajo el jueves 9
Los mariscadores de a flote en la ría de Pontevedra volverán al trabajo el jueves 9 emilio moldes

Preocupación en el sector por la campaña de diciembre

21 sep 2022 . Actualizado a las 19:08 h.

Un nuevo episodio de marea roja forzó ayer al cierre de todos los bancos marisqueros de la ría de Pontevedra. En estos momentos no se puede mariscar desde la desembocadura del Lérez hasta Ons y tampoco se puede trabajar en la ría de Aldán. La noticia cayó como un mazazo en las cofradías del fondo de la ría —Pontevedra, Lourizán y Raxó— que han sufrido constantes cierres y pequeñas aperturas desde la pasada primavera. De hecho, los mariscadores de a flote solo pudieron trabajar unos pocos días, ya que la última reapertura fue el pasado miércoles y ayer mismo el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) decretó el cierre total de la ría.

«Un desastre»

El patrón mayor de Raxó, Iago Tomé, no dudó en calificar lo que está pasando desde primavera como «un desastre» y no ocultó su profundo desaliento tras el nuevo cierre de los bancos este miércoles. Además, indicó que todo parece señalar que el veto podría ir para largo. «O que nos din é que está a aumentar a toxina e que isto por durar», indicó.

La marea roja se produce por el ciclo natural del fitoplancton, que son los seres microscópicos de lo que se alimentan los moluscos bivalvos. Los primeros en verse afectados por la marea roja son los mejillones y, de hecho, todos los polígonos de la ría pontevedresa están cerrados desde junio. Después, si persiste la alta concentración de las especies tóxicas en el fitoplancton se produce el cierre de los moluscos infaunales —almejas y berberecho—, que es exactamente lo que ha ocurrido esta semana.

El máximo dirigente del pósito de Raxó explicó que los perjuicios económicos son importantes para el sector. A los días que se deja de trabajar, y por lo tanto de ingresar, también hay que sumar ahora los compradores que adquirieron molusco el martes en la lonja de Campelo y que ahora lo están devolviendo. «A xente está enfadada porque parece que traballamos para nada, para ter que devolver o produto ao mar», resaltó Tomé.

Las cofradías del fondo de la ría perdieron este verano la campaña estival, precisamente por los prolongados cierres de los bancos, y ahora temen qué pueda pasar con Navidad.