El emisario submarino más largo de Galicia se estrenará en la ría de Pontevedra en el 2023
PONTEVEDRA
Siete secciones están ya fondeadas y está casi acabada en tierra la cámara de carga
15 oct 2022 . Actualizado a las 04:47 h.El nuevo emisario submarino de la ría de Pontevedra, que medirá 3,6 kilómetros de longitud cuando esté montado, será el más largo de toda Galicia y permitirá la difusión en el mar del agua residual tratada de Pontevedra, Marín, Poio y parte de Vilaboa a partir de principios del 2023.
Las conselleiras de Infraestruturas, Ethel Vázquez, y de Mar, Rosa Quintana, se desplazaron hasta Combarro, donde se están montando las secciones que después se llevan hasta alta mar para su ensamblaje con la red que enlaza con la depuradora de Os Praceres. Los 690 metros del tramo tunelado están construidos desde el verano y esta semana se procedió a depositar en el lecho marino la séptima de las nueve seccione del tramo que discurre por encima de la arena. En tierra, ya está también acabada la obra civil de la cámara de carga, junto a la depuradora y solo falta instalar equipos que están encargados.
Ethel Vázquez explicó que «este mesmo outubro estará instalado todo o treito fondeado do emisario e este ano estará rematada a súa execución e agardamos que a principios do 2023 se poña a funcionar». Esta obra complementa la reforma de la EDAR de Os Praceres, que ya está finalizada y en servicio. Entre estas dos actuaciones, la Xunta ha invertido cerca de treinta millones de euros. A esta cifra habrá que sumar otros diez millones más para el 2023 con el nuevo colector del Lameira en Marín, el bombeo de Cocheras en Lourizán y otras obras de saneamiento en Poio.
El ingeniero director de la obra y técnico de Augas de Galicia, David Hernáez, explicó que el proyecto que se ejecuta ha tenido en cuenta la garantía de la calidad del agua de baño en las playas y también que no se afecte a los bancos marisqueros. En la visita de este viernes estaban presentes también los patrones mayores de Bueu, San Telmo, Raxó y Lourizán.
Hernáez indicó que se tuvo que recurrir al puerto de Combarro para poder realizar el ensamblaje de las secciones de 350 metros de tubería porque en Marín no había sitio por operatividad del tráfico de piezas eólicas. En Combarro, pues, se preparan estas secciones, que al estar listas suponen una parte de la tubería flotando en el mar y otra en el puerto. Se rellenan de aire y se sellan y se transportan en remolcador hasta el lugar donde se fondearán. Allí una embarcación, con el auxilio de flotadores, hace subir la punta de la tubería ya sumergida para procder a su soldadura desde esta plataforma en alta mar. Después se procede a su hundimiento controlado. Unos pesados lastres cada pocos metros aseguran que no se moverán de su lugar.
Con estas intervenciones, solo faltará para sanear la ría la ampliación de la EDAR de Paxariñas, en Sanxenxo, y el saneamiento de Raxó y Samieira, que asumirá el ente estatal Acuaes.