Mercedes Corbillón: «Ser librera es mi título favorito»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La fundadora de Cronopios presenta su opera prima, «Verano en A Toxa», que define como «un cuaderno de viajes»

05 nov 2022 . Actualizado a las 02:07 h.

Cuando uno se adentra en las páginas de Verano en A Toxa, la opera prima de Mercedes Corbillón, la primera pregunta que se le viene a la cabeza es dónde termina lo real y empieza la ficción. «Gemma [Sesar], la editora, nos envió a Maru [Godás] una semana a A Toxa para que hiciésemos nuestro cuaderno de viajes, porque el libro es un cuaderno de viajes. Estamos en el 2020, año pandémico, por lo que fue un verano completamente diferente a un verano normal y, además, llovió mucho. Volvimos en el 2021, un año menos pandémico. En mi cuaderno de viajes hay una parte muy contemplativa, inevitablemente, del cielo, de la naturaleza, de bucear en la historia del lugar, que es increíble, pero después está también el personaje de la narradora que viaja, que es una trasunta de mí misma. Llegó un momento que me pareció que podíamos ir un poco más allá de esa mirada lejana y darle un poco de ficción o no ficción basándonos en las cosas que le van sucediendo a la mujer que está escribiendo sobre A Toxa. ¿Qué hay de ficción? No lo sé. Lo que sí es verdad es que el cuaderno de viajes deviene, en un momento dado, en relato», señala la fundadora de la librería Cronopios.

—Y todo salpicado con referencias metaliterarias con alusiones a Mark Twain, C. S. Lewis, Eduardo Pondal, Emilia Pardo Bazán...

—Sí. También Julio Camba... Son referencias a cosas que yo estaba leyendo. Como lectora que soy me resulta muy difícil no trufar de citas, no solo cuando estoy escribiendo un artículo o un cuaderno de viajes, como es este caso, sino en general en mis conversaciones. Pero es que en este caso algunos de los que citas tienen que ver con A Toxa. Pondal escribió unos poemas amorosos siendo muy joven de un primer amor que vivió en la isla y qué decir de Pardo Bazán, que fue la que más hablo de ella. De hecho, los burros que están allí llevan su nombre. La periodista Susana Pedreira me dijo que cómo podía comparar Venecia con A Toxa, pero el Lido, que no es Venecia exactamente, puede tener un aire con ella.

—¿Cómo fue lo de, por así decirlo, ponerse al otro lado de la barra del bar?

—Sí, es ponerse al otro lado de la barra. Siempre digo que más que ser librera, que me encanta, es mi título favorito, creo que soy aspirante a librera, pero lo que sí soy es lectora. Desde que tengo uso de razón, lo que más me gusta hacer es leer y, de alguna forma, he logrado convertir eso en una profesión. En general, para los que leemos muchísimo, el juego de la escritura está en el otro filo. Esto no significa que porque leas tengas que escribir. Esto surgió porque Gemma, la editora de El Patito Editorial, inició una colección sobre as Illas Atlánticas y ella, que leía mis textos cuando aún no escribía en el Fugas de La Voz de Galicia ni en el Diario de Pontevedra, sino que leía mis posts en redes sociales y a raíz de ahí, me ofreció participar en este proyecto. Me pareció una maravilla, una suerte.

Ramón Leiro

—Además de por el texto, «Verano en A Toxa» destaca por las ilustraciones de Maru Godás.

—Sí. No es un libro ilustrado. La idea de esta colección es emplear dos lenguajes diferentes para un mismo lugar, el de los pinceles y el de los bolígrafos. Dan dos visiones distintas. Las ilustraciones no están al servicio de un texto, están al servicio de A Toxa. Sí que es verdad que, al final, han confluido ambos, lo que creo que es un acierto.

—A partir de este libro, ¿vendrán otros?

—De la misma manera que me llegó esta propuesta de Gemma, me llegó otra de una editora de Espasa con la que he firmado la entrega de una novela en la que estoy trabajando. Tendrá mucha parte de libro de viajes porque creo que es el género en el que me siento cómoda o es porque se me da bien para escribir una historia. Estará también trufada de referencias literarias y tendrá lugar en Venecia, otra isla. Tengo que acabarla. Con Gemma trabajé muchísimo en Verano en A Toxa. Su trabajo de editora ha sido muy importante. Hay cosas que se han cambiado. Por ejemplo, el inicio estaba en otro momento y ella cambió el orden. Lo hemos ajustado mucho, lo hemos limpiado una y otra vez. Y este trabajo con mi editora de Espasa está siendo muy bonito también. Debería haberlo entregado ya, pero tampoco tengo prisa. Los plazos ya me los he saltado, pero ya les he explicado que cuando entregue el libro quiero sentirme orgullosa del resultado. ¡Qué prisa hay si el mundo está lleno de libros! Soy librera y sé que las librerías están inundadas de libros y estos tienen una vida muy corta.