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Pablo Carreiro, autor de cómic: «No es un autobiográfico, pero Berto funciona como mi 'alter ego'»

PONTEVEDRA

CEDIDA

Acaba de publicar Chico! Los que van detrás de la fila

18 feb 2023 . Actualizado a las 22:07 h.

Con Chico! Los que van detrás de la fila, Pablo Carreiro continúa la saga que inició con Chico! (2018) y Chico! 2 (2021), un nuevo cómic «que funciona a modo de precuela. Sitúa los personajes en el pasado, en el año 2002. Tienen 16 años, están en el instituto y cuenta su día a día en esa época».

—¿Hay algo biográfico en estas nuevas historias?

—No puedo decir que sea un cómic biográfico, porque no es así. No puedo decir que la vida de Berto y del resto de personajes haya sido igual a la mía, pero sí hay algo de ella en el fondo, en el chascarrillo, en los detalles. No es un cómic autobiográfico, pero Berto funciona como mi alter ego. Los dos pensamos, sentimos y nos comportamos de forma similar. Vamos, yo a Berto lo pongo en cualquier situación, la haya vivido o no, y la resuelvo de una forma tan sencilla cómo pensar: ¿Qué haría yo si me hubiera pasado eso?

—En este tercer volumen, ¿por qué lugares comunes transitan las nuevas aventuras?

—Me he mojado espacio temporalmente. Temporalmente ocurre todo en el 2002 y muestro un montón de eventos de la época. Desde la participación de Rosa en Eurovisión hasta fenómenos culturales como Un paso adelante, así como un millón de guiños a ese año. Y espacialmente transcurre todo en la ciudad de Vigo. Es como un personaje silencioso que está ahí. Evidentemente, la ciudad no habla, pero sí que muestro espacios tan reconocibles como el antiguo tobogán de Samil, los Multicines Norte, la antigua discoteca Oliver, el Colegio Mariano...

—¿Y que relata «Chico! Los que van de la fila»?

—En estas nuevas aventuras he hecho el ejercicio de tratar de hacer algo diferente. Ya no trabajo con la tira autoconclusiva como en los otros dos volúmenes, sino que cuento una historia completa en el libro. Las pausas las marcan los mismos episodios. Eso sí, mantiene el tono de los tomos anteriores de jugar con la ternura, con la acidez, con un ligero contenido picante, comedia... qué funcione como una montaña rusa de emociones. La historia nos lleva a los protagonistas estudiando en un colegio de monjas y son los que están detrás de la fila, los que se portan bien, pero que no sacan unas notas espectaculares, ni la gente invita a sus fiestas y no son de los que más se habla... hasta que pasa algo. Y no voy a hacer un spoiler.