La huelga de médicos en Pontevedra: «Houbo un bo petote, marchou xente sen operar»
PONTEVEDRA
Tanto en el Hospital Provincial como en Montecelo se suspendieron intervenciones quirúrgicas por el paro convocado por el sindicato CESM
11 abr 2023 . Actualizado a las 14:13 h.Numerosos pacientes que llegaron esta mañana de martes al Hospital Provincial de Pontevedra o al de Montecelo se dieron de bruces con una realidad con la que muchos no contaban: hay una huelga indefinida de médicos en marcha. Aunque tanto el Sergas como el sindicato médico convocante, el CESM, señalaron que todavía no tienen datos de la repercusión del primer día de paro y que están haciendo balance del mismo, a pie de hospital se sucedían ya los testimonios de pacientes o acompañantes que denunciaban que el paro implicó la suspensión de operaciones programadas sin que se avisase previamente a los afectados de esta circunstancia.
Sentado en el vestíbulo del Hospital Provincial de Pontevedra, un hombre joven llamado Jairo esperaba, a media mañana de este miércoles, a que le avisasen para ir a ver a su mujer, que fue operada por un problema ginecológico. Jairo explicaba que tenían cita para las nueve y media de la mañana y que, diez minutos antes, cuando estaban aparcando, les dijeron que si podían apurar porque con el asunto de la huelga puede que se suspendiesen operaciones y que era mejor realizarla cuanto antes. A los tres minutos estaban dentro, pero entonces les dijeron que la intervención no sería tan inmediata, y les instaron a esperar. Tomaron asiento y fue entonces cuando los demás pacientes y acompañantes que esperaban para intervenciones quirúrgicas empezaron a preguntarse si la huelga afectaría a sus operaciones. «Alí non se sabía nada. E de súpeto viñeron unhas enfermeiras e dixéronnos que podiamos marchar porque non se ían facer as operacións polo tema da folga. Nós dixémoslle que nos acababan de chamar por teléfono para que viñeramos e entón sinaláronnos que nós si debiamos esperar. Houbo un bo petote, porque xente á que onte lle dixeron que tiña que vir operarse marchou sen entrar no quirófano. Cando estabamos nós alí polo menos marcharon media ducia sen operar». Este mismo hombre indica que las quejas fueron bien sonoras: «O que soltaba a xente por esa boca... e con toda a razón. Porque algúns levaban un ano esperando para operarse», indica.
En el mismo pasillo del Provincial, al mediodía, esperaba también un hombre de mediana edad, que acompañaba a una mujer mayor en silla de ruedas que iba a ser operada. Llevaban allí más de una hora, pero no sabían si su operación se llevaría a cabo o no: «Esperemos que si, porque traer aquí a esta muller custa o seu, espero que teñan en conta a súa idade. Pero a verdade é que non nos dixeron nada de nada».
En el Hospital de Montecelo, los enfados también se sucedieron por la suspensión de algunas intervenciones quirúrgicas. Desde allí lo contaba Charo Chantada, una mujer de Cambados, cuyo marido fue operado esta mañana. Mientras esperaba a que su esposo saliese de la operación, ella indicaba: «Por la mañana metieron para la zona de espera de los quirófanos a personas que, como mi marido, estaban ingresadas en el hospital. Pero a algunos los volvieron a sacar sin operar. Nos dijeron que por el tema de la huelga no había suficientes anestesistas. En nuestro caso nos indicaron que la intervención seguía adelante porque era preferente y no se podía aplazar. Mi marido tiene un tumor y era necesario operar sí o sí». Charo indica que los que se quedaron sin operarse se quejaron «pero nadie se molesta en dejar constancia por escrito».
Enrique Marra-López, médico y delegado en Pontevedra del sindicato CESM, convocante de la huelga de facultativos, señaló que, efectivamente, tanto en Montecelo como en el Provincial se suspendieron intervenciones. En el primero, al menos en las especialidades de traumatología y otorrino. Y, en el segundo, de ginecología, ambulatorias y de otorrino infantil. Marra-López se quejó de que el Sergas no avisase con antelación a los afectados: «Pretenden echarnos a los pacientes encima, y esto solo agrava el conflicto. La huelga lleva convocada desde el 1 de marzo y desde el 30 de abril se conocen los servicios mínimos. Tuvieron tiempo de sobra para desprogramar esas intervenciones, pero no quisieron hacerlo».