Las lecciones del 28M

PONTEVEDRA

Los resultados de las pasadas elecciones de Pontevedra, de Poio y en Diputación han erosionado a BNG y PSOE, a costa de las victorias del Partido Popular

03 jun 2023 . Actualizado a las 21:57 h.

Una semana de reposo permite extraer las lecciones que nos ha dejado la última cita electoral. Los contendientes, aún con la digestión de los resultados a medias, se han tropezado con el regalo de otra convocatoria electoral inminente para el 23 de julio. Y, por ello, permanecen instalados en discursos tan triunfalistas como disculpatorios.

Por tanto, escapando de toda esa maraña argumental, los números del 28M ofrecen lecciones incontestables. Y proponen diversos escenarios hasta el sábado 17 de junio, fecha en la que se constituirán las nuevas corporaciones y se elegirán los alcaldes y alcaldesas para este nuevo mandato. Hay un abanico de posibilidades que se irá depurando conforme pasen los días y las negociaciones. Y aún quedará la propina de la Diputación, donde Rueda habrá ee solucionar la ecuación de la presidencia y vicepresidencia. Apuesto por Vigo y Pontevedra.

Pontevedra

Empecemos por la capital. Primer dato incontestable: el PP y el PSOE son los dos partidos que mejoran voto y número de concejales. El Partido Popular ganó las elecciones municipales y fue la opción más elegida por la ciudadanía con algo más de 16.000 sufragios a su favor que suponen el 39 % del voto válido. Sube a 11 concejales, como consecuencia de una gestión en la oposición que resultó productiva y llegó a la ciudadanía. Rafa Domínguez es un valor al alza y huele a nuevo alcalde en 2027. Si esta vez no ha llegado a la mayoría absoluta que necesitaba, deberá preguntarse si él y su partido no pudieron hacer algo más para evitar el menoscabo que les ocasionaron Vox (1.455 votos); Ciudadanos (396) y Pontevedra Alternativa POAL (952). Una simple suma evidencia que al PP se le han escapado a babor y estribor, más de 2.800 votos. Es decir, los dos concejales que les faltaron para la mayoría absoluta y mandar a Lores a galeras.

Segundo dato. El PSOE ha logrado —contra pronóstico y pese a Tino Fernández— mejorar sus números y ampliar representación. Iván Puentes en tándem con Yoya Blanco, ha logrado vender una oferta que han comprado 7.340 votantes. Mejora 4 puntos con respecto a 2019 y, sobre todo, se planta con 5 concejales en la nueva corporación. Ahora veremos cuánto lo hacen valer y cuál será el precio de su apoyo. Negociar 5 contra 9, no es lo mismo a que 11 le impongan a 4. Los socialistas pontevedreses están en una condición inmejorable para negociar duro contra Lores y los suyos, en lugar de tragar como hicieron hace 4 años. Sin embargo, ya les adelanto mi sospecha: o mucho me equivoco o más allá del postureo de Iván Puentes con Reina Victoria y otros asuntos, al final terminarán hincando la rodilla. Lores pagará el precio, en forma de dedicaciones exclusivas y cesión de áreas de gobierno, a cambio de seguir como alcalde.

Tercera lección del 28M: el BNG local se la ha pegado. Ni mayoría absoluta ni siquiera lista más votada. El desgaste después de 24 años —de los que los ocho últimos han sido los peores con diferencia—, se traduce en un mensaje terminal. Perder la confianza de 3.500 votantes, más de 8 puntos menos que en 2019 y dejarse 2 concejales, es un puñetazo en la mandíbula del Bloque. Qué Lores saliera en plan ufano en la noche electoral jactándose de que el electorado quiere que siga gobernando y que «tomo nota de que o podo facer mellor», sólo denota que sufre mal de alturas.

El durísimo varapalo sufrido por el BNG en Poio es la moraleja de lo que va a ocurrir antes o después en Pontevedra. Nito Sobral se retiró después de… 28 años de alcalde. El relevo, tardío y poco conocido, a cargo de Marga Caldas, fue un blanco fácil para Ángel Moldes y el PP, quienes, a la tercera, han derrotado a nacionalistas y socialistas, con una incontestable mayoría absoluta.

El evidente problemón generacional que tiene el Bloque con la falta de banquillo y es sintomático. Como vimos en Poio, les puede pasar en la capital, donde Lores sigue sin relevo, después de que fracasasen experimentos anteriores como Anabel Gulías.

El palo de la Diputación

En un rapto de sinceridad, inesperada en alguien que lleva tanto en política activa, Carmela Silva admitió horas después del escrutinio que no fue capaz de percibir el riesgo de perder la Diputación. Sin embargo, los impresionantes resultados del PP en los partidos judiciales de Pontevedra, Vigo y Tuy, han cimentado la victoria de los populares que tanto escuece a PSOE y BNG. De hecho, perder la Diputación es la única mácula en el discurso triunfalista de Abel Caballero en Vigo donde ahora deberá hacerle hueco a Carmela en su gabinete. Salvo que vaya en la lista del PSOE al Congreso de la Nación, extremo que no desecharía.

A PSOE y BNG se les ha caído el chiringuito después de 8 años. Sobre todo, a los nacionalistas. Han evolucionado de una aversión supina a las Diputaciones cuya supresión pedían en su programa electoral, a desarrollar un gusto especial por el coche oficial, la contratación de asesores y demás oropeles del poder. No me extraña que César Mosquera deje entrever que no continuará. ¡Después de 32 años sentado en los butacones del salón de plenos de la Diputación! Sen tempo non foi.