Renuncian 16 miembros de la lista del PP de Rodeiro para que Luis López pueda ser presidente de la Diputación de Pontevedra

María Hermida / Rocío Ramos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Luis López, en primera línea y con americana azul, con los miembros de la lista del PP de Rodeiro, de la que renunciaron 16 personas para que él sea concejal.
Luis López, en primera línea y con americana azul, con los miembros de la lista del PP de Rodeiro, de la que renunciaron 16 personas para que él sea concejal. Cedida

El hasta ahora delegado territorial de la Xunta necesita ser edil y elegible como diputado para suceder a Carmela Silva al frente de la institución provincial

15 jun 2023 . Actualizado a las 16:45 h.

Ni se esperaban problemas, ni los hubo. A falta todavía de muchas horas para los plenos de investidura de los concellos, que se celebran el sábado, ya puede afirmarse con rotundidad que el Partido Popular ha llevado a cabo con éxito la parte más complicada de la operación Diputación de Pontevedra para hacer presidente a Luis López Diéguez, exalcalde de Rodeiro y delegado territorial de la Xunta en la provincia pontevedresa desde el 2021. ¿Qué fue lo que ocurrió? Cabe recordar que López necesitaba garantizarse un acta de concejal para luego ser elegido diputado y, a partir de ahí, optar a presidir la Diputación. Y eso sí o sí implicaba tirar de la generosidad de sus compañeros del PP de Rodeiro, ya que él concurrió cerrando la candidatura, de último suplente, en el número 21, así que para que pudiese ser edil tenían que renunciar 16 personas. Ya lo hicieron todos. Así que a López se le allana el camino presidencial. 

Efectivamente, en el Concello de Rodeiro ya está todo listo para que el día 17, Luis López tome posesión como concejal del Partido Popular. En tiempo récord se presentaron en la casa consistorial las renuncias de las 16 personas que le preceden en la lista electoral y su acta como futuro edil ya está preparada. Además, en esta mañana de miércoles se convocó para las 12.00 horas del sábado el acto de constitución de la nueva corporación y la elección de alcalde. Ahí, si el guion no falla, Luis López, conocido por Lugués debido a su apodo familiar, tomará posesión como concejal como paso previo a que sus compañeros del PP le hagan luego diputado y, más tarde, presidente.

La de este miércoles fue una jornada frenética en Rodeiro, el pequeño concello del que es natural López y que, a consecuencia de su futuro político, se ha convertido en epicentro de la política provincial. Se hablaba de lo que pasaría con el PP en los bares. Y se trataba el asunto también en la casa consistorial. Precisamente, allí, esta mañana se celebró el último pleno del actual mandato, destinado simplemente a aprobar el acta anterior y dar cuenta de los últimos decretos de la alcaldía. Era un puro trámite. Pero fue mucho más que eso, ya que se revisitó de emoción. No en vano, el actual alcalde en funciones, Rubén Quintá Quintá, y uno de los concejales electos por el PP para el nuevo mandato, se despidió de sus compañeros de corporación y anunció que dejaba temporalmente la política. Destapaba así uno de los secretos mejor guardados: que es él la persona electa por el PP de Rodeiro que sacrifica su acta para que Luis López tome posesión. Porque los otros 15 que renuncian ya no tenían puesto garantizado, porque concurrieron en la lista pero no llegaron a salir elegidos en las urnas. 

Con la renuncia de Quintá, que desde hace días era de dominio público en Rodeiro pero que faltaba que él mismo diese a conocer, todo parece indicar que en el grupo municipal de Rodeiro que tomará posesión el sábado habrá dúo de Lugueses. No en vano, tras la maniobra llevada a cabo, tomará posesión Luis López. Pero también su hermano, Jesús López, que iba de segundo en la lista del PP y que ya tiene experiencia como concejal conservador. Ahora queda saber si los populares se sentarán en las bancadas del gobierno en Rodeiro, como hasta ahora, o en la oposición. Probablemente ocurra lo segundo, ya que perdieron la mayoría absoluta el 28M y es factible que la izquierda sume fuerzas para privarles de la alcaldía. Pero, por ahora, no está firmado ningún pacto de gobierno en ese sentido. 

¿Qué le queda a Luis López para poder ser presidente de la Diputación? Se supone que en cuestión de horas, si es que no lo hizo ya, cesará como delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, ya que no puede tomar posesión como edil estando en ese cargo, puesto que son incompatibles.

Luego, cuando sea concejal, los ediles del PP del partido judicial de Lalín tienen que designarlo como diputado. Nuevamente, tocará apelar a la generosidad de sus compañeros. Puesto que el hecho de que López sea diputado implica que no haya ningún otro representante del PP procedente de la comarca de Deza en la cámara provincial y eso es curioso teniendo en cuenta que allí hay municipios mucho más grandes gobernados por los conservadores, como el caso de Lalín. Además, López ya fue diputado en el mandato que concluye, por lo que repetiría en el puesto.  

En todo caso, tampoco se prevé que haya problemas en ese sentido, teniendo en cuenta que la sensación es de euforia en la familia popular de la comarca dezana por el hecho de que un paisano, que además comanda el PP provincial, vaya a capitanear la Diputación. Cabe recordar que hace años, cuando era Xosé Crespo, alcalde de Lalín, el que repetía como diputado se entonaba aquello de que era mejor que fuese él y no otro, porque iba a ocupar el puesto de vicepresidente provincial y se presuponía que tendría mano para volcarse con su tierra. Ese argumento aún coge más peso ahora teniendo en cuenta que Luis López no será número dos como Crespo, sino uno. 

Por último, ya cuando sea diputado, quedará el paso de que lo elijan presidente. Y que ya entonces tome el relevo de Carmela Silva, que de producirse implica también un cambio de una presidencia urbana, atendiendo a la procedencia viguesa de la lideresa socialista, a una de base totalmente rural, por el origen de Rodeiro de López. O, lo que es lo mismo, por situarse de presidente provincial un representante de uno de los concellos más pequeños, agrarios y escondidos de la provincia de Pontevedra.