Mónica, una abuela de 53 años que posa con lencería de encaje, elegida la mejor modelo sénior de Galicia

Se llama Mónica Moreiras, es natural de Vigo pero afincada en Vilagarcía y acaba de ser elegida la mejor modelo sénior de Galicia en un certamen celebrado en Santiago de Compostela. Mónica era una de las aspirantes de la provincia pontevedresa en un desfile en el que participaron un total de 18 mujeres y siete hombres. Y ella fue la elegida para representar a Galicia en el certamen nacional, que el año pasado ganó Isa Iglesias, una pontevedresa dependienta de Zara. La nueva cita con la pasarela tendrá lugar en octubre en Asturias, al igual que en la edición anterior. 

Mónica Moreiras, que asegura que se lo pasó de maravilla en el desfile por el enorme ambiente de compañerismo que hubo, tiene 53 años de edad, tres hijos y dos nietos. Solo con echar un vistazo a sus redes sociales, sobre todo a su Instagram, queda claro que posar en modo sexi, con lencería de encaje, es una de sus grandes pasiones. Trabaja en el departamento de fidelización de empresas de Orange en Vilagarcía, está separada y vive convencida de que haber cumplido los 50 años le ha imprimido una energía descomunal que no piensa desaprovechar.

Mónica y las otras modelos, al igual que los hombres que acudieron al certamen, desfilaron con ropa de las tiendas del centro comercial área central, con vestidos de fiestas que ellas mismas aportaron y con pantalones vaqueros y camiseta blanca. Ella, frenética y divertida a partes iguales, lució de lo lindo con un vestido de noche de color azul eléctrico y demostró su perfecto estado de forma, que asegura que le debe a la enorme dosis de baile que le echa al cuerpo cada día. «Bailo a todas horas, en casa, en la oficina y por supuesto por la noche», contaba recientemente a La Voz. 

Mónica participó recientemente en una entrevista en La Voz de Galicia con otras dos mujeres mayores de 50 años de Pontevedra que también acudieron al certamen y con un varón afincado en Cangas que hizo lo propio. Los tres coincidían en que superar los 50 años y verse bien les ha imprimido una seguridad asombrosa que no tenían cuando eran más jóvenes. «¡Ya no tenemos complejos!», gritaban a los cuatro vientos mientras posaban para el reportaje de La Voz de Galicia. 

Ella, un auténtico torbellino a la que le encanta la fiesta y que incluso sale de marcha con su hija de 17 años y sus amigos, señala sobre el certamen: «Hemos quedado de finalistas un chico de Vigo y yo. Nos vamos al certamen nacional en Asturias en octubre y a ver qué es lo que ocurre. Fue genial, un compañerismo entre todas digno de recordar y de agradecer, porque había un buen rollo tremendo. Lo pasamos genial, fue toda una experiencia y un subidón también, por supuesto». 

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