Pontevedra y Arousa, la costa de los tornados: seis en cinco años dañaron casas y naves

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Restos de uralitas del tejado de un cobertizo arrancadas por una tromba marina el pasado miércoles en Noalla, Sanxenxo
Restos de uralitas del tejado de un cobertizo arrancadas por una tromba marina el pasado miércoles en Noalla, Sanxenxo M.G.

Las trombas marinas se han detectado en Sanxenxo, Combarro, Raxó y Cambados

20 ene 2024 . Actualizado a las 17:41 h.

El grueso de los incidentes relacionados con trombas marinas o tornados en tiempo recientes se han producido en el tramo costero que va desde Combarro, en Poio, hasta Castrelo, en Cambados. Van seis en cinco años. Esto no quiere decir que la costa sur de la ría de PontevedraMarín y Bueu— no registre estos fenómenos atmosféricos, pero no han sido tan destructivos o visibles como en O Salnés en el siglo XXI. Para encontrar uno muy destructivo y que causó muertos en la ría hay que dirigirse precisamente a Marín y a Pontevedra, pero hay que remontarse a 1886. Hubo muertos en Seixo (Marín) por el derribo de un edificio, además de víctimas mortales por el hundimiento de barcos de pesca frente a Bueu. Pasó al recuerdo de los vecinos de la comarca como «o ano en que a campá de Beluso foi parar ao mar».

El episodio más reciente vinculado se produjo este miércoles, cuando una tromba marina subió desde el entorno de Ons hacia A Lanzada, cruzó la parroquia de Noalla (Sanxenxo), donde destrozó tres tejados y varios cobertizos y postes, para bajar otra vez al mar desde Arnosa, esta vez en la ría de Arousa. Tocó tierra en Castrelo (Cambados), donde volvió a afectar a varias casas y una nave empresarial antes de disolverse. MeteoGalicia pudo verificar la presencia de esta tromba marina gracias a las mediciones registradas en la zona y los testimonios gráficos y de los vecinos.

En su origen en el mar, entre Ons y A Lanzada, llegaron a medirse vientos que se aproximaron a los 150 kilómetros por hora, según indicaron desde MeteoGalicia.

Dos el mismo día del 2018

En el recuerdo reciente de los vecinos de Sanxenxo está también el tornado que en enero del 2018 entró en Noalla desde A Lanzada y se llevó por delante el paseo marítimo de madera, parte de la cubierta del colegio de Noalla y numerosos tejados en esta parroquia y en la vecina Vilalonga, tanto de viviendas como de naves. En este caso, el rastro de destrucción de la manga marina llegó hasta Dena, en Meaño.

En esa jornada del 10 de enero del 2018 hubo un segundo tornado que también entró por Sanxenxo hacia el interior de la provincia. Aunque entró por este concello no se notó en cuanto a daños materiales y sí los produjo en Cerdedo-Cotobade. En la N-541, la carretera de Ourense, el viento arrancó de cuajo árboles y señales y las autoridades llegaron a valorar si debían cerrar la carretera al paso de vehículos. No es la primera vez tampoco en lo que va de siglo que el interior de la comarca pontevedresa registra un viento tan potente como para hacer estragos. Está el precedente de noviembre del 2011, cuando en Campo Lameiro un tornado echó al suelo árboles de gran porte, en una zona afortunadamente no habitada.

No obstante, los incidentes en el interior comarcal son pocos comparados con los relacionados directamente con el mar. En marzo del 2018, un pequeño tornado hizo estragos en Raxó, donde volcó tres embarcaciones y hubo que rescatar y atender a dos personas con síntomas de hipotermia tras naufragar y quedar agarrados a la quilla de su barco siniestrado. En esa misma jornada sucedió otra manga marina en Castrelo, en Cambados, con daños materiales pero sin heridos.

En la parroquia sanxenxina de Noalla todavía hay personas mayores, como Carmen Parada, que recuerdan la terrible tempestad del 15 de febrero de 1941. La tromba marina llegó desde A Lanzada y se abatió con gran fuerza sobre Noalla y Vilalonga. Carmen era de aquella una niña y relató hace unos años a La Voz de Galicia cómo fue aquella jornada donde el tornado se llevó el tejado dejando a la familia expuesta a la lluvia en un día que recuerda como si fuese hoy: «Eu acórdome que andábamos na casa co paraugas».

Los episodios más graves suelen quedar en la memoria colectiva de la comarca

Un suceso que ocurrió hace 138 años suele perder su recuerdo con os años, pero lo ocurrido en la noche del 15 de diciembre de 1886 fue tan impactante para los que vivieron que no solo llegó a servir como un marco temporal de referencia sino que su memoria duró hasta por lo menos entrado el siglo XXI entre las personas de más edad de la zona más dañada por el temporal y sus más que posibles tornados. Se trata de las parroquias de Seixo y Ardán, en Marín. La existencia de muertos en aquella trágica noche puede estar en la razón de que las familias afectadas mantuviesen más nítido el recuerdo que los demás vecinos.

Algo semejante, pero bastante más reciente fue el tornado de 1941 que, aunque no dejó muertos, sí causó una gran conmoción en Sanxenxo y es un marco temporal aún lo suficientemente cercano como para que haya gente viva que lo pueda contar.