Teresa Agrasar, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia: «Tenemos un código deontológico que seguimos a rajatabla»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

«Nos entran muchas reclamaciones todos los días», sostiene al respecto

04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Durante la pandemia fuimos considerados por el Gobierno como una actividad esencial y esta actividad la trasladamos a nuestro día a día. Podemos ayudar a las Administraciones públicas a la hora de determinar qué medidas adoptar en algunos aspectos, como violencia de género, soledad no deseada, ayudas a propietarios, morosidad... Pulsamos muchísimo la realidad del día a día porque el 80 % de la población vive en una comunidad de propietarios y nosotros estamos en contacto permanente con ellos». La nueva presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga), Teresa Suárez Agrasar, estuvo este viernes en Pontevedra para explicar su hoja de ruta.

—Por lo que escucho, muchas de esas funciones son desconocidas para buena parte de la población.

—Sí, por inercia. Es por la inercia del trabajo diario. Eso es lo que queremos cambiar un poco, llegar a que tengan ese conocimiento de que su administrador de fincas es un profesional, no es solo un contable ni solo una persona que transmite siniestros. Es una persona que tiene que gestionar su comunidad desde un punto de vista casi empresarial. Una comunidad es como una pequeña empresa y de lo que se trata es de gestionarlo de la manera más eficiente.

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—Tal vez muchos de los problemas que hay se podrían solventar con la colegiación obligatoria.

—Desde mi punto de vista, sí, pero es nuestro punto de vista. Hay muchos profesionales que no están colegiados y hacen una labor muy buena, tampoco es cuestión de criminalizarlos y a estos sí que los invitaríamos también a que se incorporaran a nuestro colegio. Dentro de nuestra cuota colegial está incluido un seguro de responsabilidad civil y caución, que también da muchísimas seguridad. Creo que podemos ofrecer muchas cosas y que podemos trabajar en conjunto para poner en valor una profesión que entendemos que es muy importante.

—Y luego, pensando en el juicio que hubo esta semana contra un administrador que no está colegiado, está el hecho de que los administradores que sí lo están se ciñen a un código deontológico.

—Sí. Tenemos un código deontológico que seguimos a rajatabla. Disponemos de una comisión deontológica y, de hecho, nos entran muchas reclamaciones todos los días. Muchas no están fundamentadas precisamente porque la gente no conoce cuál es la función de su administrador. Muchas veces se le culpabiliza de todos los problemas que puede tener una comunidad y no es así, pero eso tenemos que canalizarlo. Aquellas que realmente son merecedoras de la apertura de un expediente disciplinario, lo seguimos a rajatabla. Hemos llegado al extremo de expedientar a profesionales e, incluso, expulsarlos del colegio por motivos realmente serios.

«La inteligencia artificial, que está tan manida, va a ser un pilar muy importante»

Durante su visita a Pontevedra, la coruñesa Teresa Suárez mantuvo un encuentro con colegiados en la provincia, para, entre otras cuestiones, la importancia «pulsar qué necesidades tienen, qué tipo de formación necesitan y, sobre todo, para darle visibilidad a los administradores de fincas colegiados. Estamos en la línea de querer fomentar la colegiación porque es dar seguridad jurídica a los consumidores».

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—¿Qué retos tienen por delante?

—Uno de nuestros retos fundamentales es el poner en valor nuestra profesión, que la gente sepa cuáles son las competencias del administrador de fincas, en qué podemos ayudar más allá de lo que es llevar las cuentas de una comunidad y la gestión del día a día. Esto por un lado. Y por otro, queremos fomentar la colegiación porque es una garantía para los consumidores y luego queremos fomentar la formación no solamente en el ámbito legal, que también, sino en el ámbito emocional, cómo gestionar las juntas, cómo gestionar a los propietarios. Además, tenemos una labor social.

—¿Y a corto plazo?

—La adaptación tecnológica. El poder adaptar nuestros despachos a la tecnología, a la inteligencia artificial que está tan manida, pero que realmente va a ser un pilar muy importante. Entonces, ese va a ser uno de nuestros retos, poner en valor la figura del administrador de fincas y el poder adaptar nuestros despachos a las nuevas tecnologías.